
Familia Torres es uno de los gigantes vinícolas de España. Con una trayectoria que ya es mundial, desde el Penedès de Barcelona hasta el lejano Oriente, se expande la influencia de un nombre que siempre ha sido sinónimo de excelencia, calidad y hoy, de enoturismo. Excelencias Gourmet conversó con Eduard Berga, el actual responsable de enoturismo para la bodega Familia Torres durante su participación en la II Cumbre Mundial de Enoturismo Responsable de Yantai, China. Con un enfoque claramente internacional, compartió su experiencia y visión sobre la evolución del enoturismo y el papel de las bodegas como destinos turísticos de referencia.
¿Sabías que Familia Torres fue premiado en los VII Premios Rutas del Vino de España?
Una bodega con historia: el enoturismo como experiencia inmersiva
La apuesta de Familia Torres por el enoturismo comenzó formalmente en 1992, coincidiendo con los Juegos Olímpicos de Barcelona y observando una oportunidad para mostrarse al mundo. Fue entonces cuando se diseñaron los primeros espacios dedicados a recibir visitantes. Desde entonces, la bodega ha evolucionado hacia un concepto más integral: visitas guiadas, experiencias sensoriales, y menús gourmet a pie de viñedo.
Berga explicó que el objetivo es claro: crear experiencias memorables que conecten al visitante con el vino, el territorio y la historia familiar.
Visitantes de todo el mundo: China como mercado clave
Tras la pandemia, el turismo nacional creció, pero el visitante internacional sigue siendo prioritario. La bodega recibe actualmente 60.000 visitantes al año, de los cuales un 65 % proviene del extranjero. China, Estados Unidos, Reino Unido y Alemania figuran entre los mercados emisores más destacados.
Berga también subrayó la importancia de convertir estos visitantes en embajadores de marca, que luego compran sus vinos a través de distribuidores locales o tiendas online.
Enoturismo corporativo: una tendencia al alza
El turismo del vino ha dejado de ser solo recreativo. En Yantai, Berga observó cómo las bodegas chinas se han posicionado como sedes de eventos, congresos e incentivos empresariales y cree que Familia Torres puede seguir la misma línea, con el mercado corporativo como una importante oportunidad.
Ofreciendo espacios adaptados para reuniones, experiencias gastronómicas personalizadas y entornos naturales ideales para incentivos corporativos de alto nivel, la nueva tendencia enoturística centrada en el negocio permite mantener la actividad y atraer a un público con mayor poder adquisitivo.
Sostenibilidad, formación y certificación: claves del futuro del enoturismo
Berga remarcó que la sostenibilidad es un eje prioritario para Familia Torres. Por eso valoran positivamente las certificaciones como destinos turísticos responsables. Estas acreditaciones no solo avalan el cuidado medioambiental, sino también el impacto positivo en las comunidades locales.
Asimismo, destacó la necesidad de contar con profesionales altamente cualificados en turismo del vino. Celebró, por tanto, iniciativas como la nueva Academia de la Organización Mundial de Enoturismo, que formará perfiles capacitados para recibir visitantes de todo el mundo.
Familia Torres, mucho más que una bodega
Con una sólida herencia vitivinícola, una visión global y una oferta turística cuidada al detalle, Familia Torres se consolida como uno de los referentes internacionales del enoturismo de calidad.
Desde el corazón del Penedès, esta bodega familiar continúa abriendo caminos entre viñedos, copas de vino y experiencias únicas para el viajero amante del vino.
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