
Las cinco principales bodegas de Bolivia han creado una alianza para proyectar el 'vino de altura' al mundo y consolidarlo además en el mercado interno.
Con el lema 'Vinos de Bolivia. Experiencia de altura', las bodegas vinícolas bolivianas Kohlberg, Casa Grande, La Concepción, Campos de Solana y Aranjuez trabajan en dos iniciativas para posicionar a los vinos de la región de Tarija en el mercado nacional y en una segunda fase proyectarlos a nivel internacional.
El año pasado los vinos bolivianos participaron en varias ferias internacionales obtuvieron premios importantes. Este hecho constituye un parámetro y una muestra de que los vinos bolivianos están en capacidad de mostrarse al mundo y salir a algunos mercados específicos a nivel internacional.
Por ello, con estos proyectos se pretende tener una estrategia de posicionamiento a nivel nacional para después, en un mediano plazo, exportarlos.
El vino de altura proviene de vides situadas entre 1.800 y 2.300 metros de altura, lo que le da unas características de terruño que le otorgan una naturaleza diferente.
El factor de diferenciación es esta característica, ya que en el mundo no son más de cuatro las regiones en que se producen vinos a estas altura", afirmó.
Según los productores bolivianos, la altura en la que está ubicado el valle central de Tarija, donde se encuentra la mayoría de las vides, permite una radiación solar mayor y más amplitud térmica, lo que repercute positivamente en el producto final.
La sureña Tarija, fronteriza con Argentina, es la principal región productora de vinos y del típico aguardiente boliviano, conocido como singani.