La gastronomía generalmente ha sido considerada un complemento indisoluble del turismo. Todo viajero tiene que satisfacer una necesidad biológica a lo largo del día: comer. Sin embargo, en la actualidad esta necesidad se puede contemplar de diferentes formas.
Aranda de Duero está de enhorabuena. Hasta la fecha, la cifra de turistas que han visitado esta localidad burgalesa ha aumentado cuatro veces más con respecto al año pasado, según datos de la Oficina de Turismo de la localidad.
El mundo se mueve en todas las direcciones. El turismo se ha convertido en una de las actividades económicas más internacionalizadas, y con los viajeros van no solo las ansias de aventura o cultura, sino también la de descubrir nuevas pasiones y sensaciones.
La gastronomía ha sido considerada por mucho tiempo un elemento complementario del viajero. Sin embargo, en los últimos años se han desarrollado flujos de turistas especializados cuyo principal motivo para viajar se centra en atractivos relacionados con la gastronomía.
El turismo gastronómico, no es mas que la oferta turística de un país o de una ciudad que ofrece una diversidad de restaurantes o empresas de A&B (Hoteles, Casinos, Hostales, Centro de Convenciones) con una calidad de servicio al cliente de primera. Si vemos el nombre de este escrito pensaríamos, que Panamá como destino turístico gastronómico debería ofrecer mayor cantidad de restaurantes de comida típica panameña, aunque comparto este pensamiento, no es necesariamente así.
La complejidad de la situación actual ha repercutido profundamente en la manera de percibir la experiencia del viaje por el turista, quien antepone incluso al disfrute, la responsabilidad de aportación a la sociedad local y el consumo justo de los productos elaborados por los artesanos agrícolas en el caso de la alimentación en el destino.