
La gilda es el aperitivo imprescindible en el País Vasco y cada vez más presente en bares de toda España. Esa combinación perfecta de aceituna, piparra y anchoa resulta irresistible para quienes disfrutan de un buen vermut antes de comer o cenar. Por eso, cada vez son más los locales especializados en gildas o que las incluyen en su carta. Sin embargo, es uno de los aperitivos más fáciles de preparar en casa y existen millones de combinaciones que funcionan casi tan bien como la clásica con anchoa.

Siendo conscientes de que, como en cada plato, hay puristas, hay que decir que lo esencial de una gilda es que cuente al menos con una aceituna y una piparra o guindilla. Sin anchoa, sigue estando buena, aunque no es lo mismo. Aun así, si no te gusta este pescado, no pasa nada: hay tantas opciones como estrellas.
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4 gildas fáciles que amarás
Gilda de cecina de León y queso curado
Para quienes prefieren la carne al pescado, pero quieren mantener un toque intenso, la combinación de cecina de León con un cuadrado de queso manchego curado de oveja es perfecta.
Gilda de pulpo
Aceituna, rodaja de pulpo en aceite, piparra y otra aceituna. Esta versión gallega del aperitivo funciona en cualquier lugar y sorprende por su sabor y textura.
Gilda de bacalao y tomate seco
Para los amantes del sabor salado, la gilda de bacalao con fina lámina de bacalao salado en aceite y tomate seco es ideal. Si además se corona con una punta de pimiento rojo, ¡es el cielo de las gildas!
Gilda de la huerta
Los vegetarianos y veganos también tienen su lugar en el aperitivo. La gilda de la huerta combina espárrago blanco de Navarra, corazón de alcachofa, aceitunas y piparra. Para rematarla, una cebolleta encurtida aporta un toque delicioso y sencillo.
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