
La innovación en la cocina no conoce límites y ahora, en pleno siglo XXI, la pastelería se une a la robótica para dar vida a una de las creaciones más futuristas del momento: RoboCake, la primera tarta con componentes robóticos comestibles.
Este sorprendente pastel tecnológico es fruto de la colaboración entre la Escuela Politécnica Federal de Lausana, el Instituto Italiano de Tecnología y la Escuela de Hostelería de Lausana, que han unido fuerzas en el marco del proyecto europeo RoboFood.
IA en pastelería: luces LED, chocolate y ositos robóticos
Lo que parece una tarta decorativa, en realidad es una creación totalmente comestible y funcional. RoboCake incorpora luces LED con baterías comestibles elaboradas con ingredientes como chocolate, carbón activado y vitamina B2. Pero eso no es todo: la corona del pastel cuenta con ositos de gelatina móviles, que cobran vida gracias a un ingenioso sistema de aire externo.
“El primer sabor que nos llega al comer las baterías es el del chocolate, seguido de un sorprendente toque picante que dura unos pocos segundos, causado por los electrolitos de su interior”, explicó Valerio Galli, uno de los responsables del desarrollo de RoboCake.
RoboFood: tecnología para reducir el desperdicio alimentario
RoboCake forma parte de RoboFood, un ambicioso proyecto financiado por la Unión Europea, que busca integrar la tecnología avanzada en la alimentación, con el objetivo de reducir el desperdicio alimentario, mejorar la nutrición de emergencia y reinventar la cocina del futuro.
RoboCake debutará en la Expo Universal de Osaka
La Exposición Universal de Osaka 2025 será el escenario internacional donde se presentará RoboCake, dentro del pabellón de Europa, como uno de los proyectos más vanguardistas en la fusión de ciencia, cocina y sostenibilidad.
Este pastel robótico abre la puerta a nuevas soluciones aplicadas a la gastronomía sostenible.
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