
A solo unos pasos del Burj Khalifa, en Dubái, abrirá sus puertas este septiembre WOOHOO, el primer restaurante gestionado con inteligencia artificial. La mente detrás del experimento se llama Chef Aiman, un modelo de lenguaje entrenado con miles de recetas, perfiles de sabores, datos sobre alimentos y principios de sostenibilidad.
WOOHOO: cuando la IA se convierte en chef
La iniciativa ha sido desarrollada por Ahmet Oytun Cakir, director ejecutivo de Gastronaut. Chef Aiman no cocina (por ahora), pero sí diseña platos basados en la ciencia de los ingredientes Aiman nunca improvisa. Evalúa texturas, umami, acidez o densidad de los ingredientes, cruza variables y lanza propuestas como si fuera un Ferran Adrià digital.
Y en todo ese análisis también tiene en cuenta ingredientes de temporada, de ahí que adapte recetas e incluso diseñe otras con la premisa de reducir el desperdicio alimentario.
Pero ahí no acaba. La IA también diseña la carta de bebidas, el ambiente del local e incluso coordina el servicio, en una apuesta por integrar creatividad, ciencia y experiencia del usuario.
No obstante, tampoco es autónomo del todo. Un equipo de chefs humanos (liderados por Reif Otham) prueba y ajusta esas ideas hasta llevarlas a la mesa. Esta ha sido una de las principales premisas del proyecto, ante el debate continuado alrededor del impacto creciente de las nuevas tecnologías en la gastronomía. Así, se reafirma que la IA no reemplazará la inteligencia humana, sino que será un complemento.
Be My Guest!: otra experiencia con IA en las cocinas
Recientemente la IA también aterrizó en Bruselas, Bélgica. Lo hizo en el evento “Be My Guest!”, impulsado por la Embajada de España en Bélgica y EUNIC. Esta vez se alió con la realidad extendida (XR) para crear un menú de cena.
En este caso la tecnología también diseñó la decoración del comedor, la cual se valió de gafas de XR, mientras un jefe de sala virtual explicaba cada plato, ideado con ingredientes típicos belgas, que luego fueron preparados por el equipo del restaurante Hispania, bajo la dirección de Adrián Mancheño.
Esta, y otras tantas iniciativas como Grapevine, la creación de sistemas de crianza inteligentes de vinos generosos e incluso de elaboración de tapas con IA son solo una muestra de la puerta a la digitalización de la gastronomía que se ha abierto.