
La mona es un dulce invento catalán y cristiano que celebra el amor filial, de tíos a sobrinos y de padrinos a ahijados, cada Lunes de Pascua o Domingo de Resurrección en su defecto. No obstante, al cruzar la ligera frontera que separa Alcanar de Vinaroz, la mona se transforma en su equivalente valenciano de la Semana Santa. Como toda buena tradición gastronómica, sus matices se ajustan a la despensa local, por lo que se torna en panquemao en su recorrido hacia el sur. Mona y panquemao, al final, son herederos de una misma semana y una receta común.
Lee también: La Semana Santa es para los golosos
Mona a cargo de la tradición regional con el huevo que no cambia
La mona de Pascua catalana es una suerte de pastel de almendra y yema tostada, acompañado generalmente de nata o chocolate y coronado por huevos de Pascua, e incluso por una gallina entera de chocolate. Se trata de una merienda llamativa y festiva, decorada con plumas de azúcar. Sus herederos valencianos transforman la receta en un bollo más parecido al pan dulce, con azúcar y también nueces cuando se convierte en torta, pero también con el imperdible huevo duro de colores para romper en familia.
Antiguamente, la tradición dictaba que el ayuno de carne durante la Cuaresma se extendiera también a productos de origen animal, por lo que el huevo rompía ese ayuno, simbolizando el renacimiento de Cristo. Hoy en día, muchos lo han sustituido por huevos de chocolate, cosa que niños y pasteleros agradecen.
La estrella de la Pascua: la mona de Alberique
Actualmente, la mona y el panquemao han convergido hacia un mismo concepto. En la provincia de Valencia, Alberi

que es el municipio considerado el padre de esta unión inseparable. Su bollo tradicional se remonta a la época morisca y fue adaptado por la tradición cristiana, como tantas otras costumbres. Antiguamente recibía el nombre de “coca de aire”, teniendo en cuenta que su enorme volumen no se corresponde con la ligereza de su interior.
Hoy, la “mona de Alberique” se distingue por una deliciosa diferencia: el caramull o copete, un punto de clara de huevo montada que sustituye al huevo completo. Otro aspecto clave es la larga fermentación de su masa madre, que le aporta una textura extraordinariamente ligera.
En Alberique se sienten orgullosos de esta tradición y la mona es un dulce que se consume durante todo el año. He aquí la diferencia entre sus nombres: mona durante la Semana Santa y panquemao el resto del año.
Valencia comprometida con sus meriendas de pascua: 38º Concurso de Dulces de Pascua
La mona de Pascua no pasa desapercibida en la Comunidad Valenciana, Cataluña y Murcia de ninguna forma. Por eso, el Gremio de Panaderos y Pasteleros de Valencia ha entregado los premios del 38 Concurso de Dulces de Pascua en la provincia valenciana.
Así los ganadores de 2025 han sido:
Pastelería Vicente García (Valencia), en la categoría de “Mona tradicional de Pascua”
Horno Inma Moliner (Mislata), en la categoría de Panquemao
Obrador La Dama Salvaje (Valencia), en la categoría de “Tortas de Pasas y Nueces”, otro de los más típicos dulces de la época.