A Carlos Petrini le apasionan las cosas o no. Al menos es lo que nos deja saber cada vez que defiende el propósito vital que ha impulsado su quehacer en los últimos 30 años: una gastronomía "buena, limpia y justa". Y es que sobre esos pilares se basa el movimiento Slow Food, una idea nacida en la década de los 80.