Sin duda alguna Cohiba es la marca de mayor prestigio en el mundo del tabaco. Este habano fue creado en 1966 y durante muchos años estuvo destinado únicamente para regalo de Cuba a altas personalidades.
La Casa del Habano de Partagás anunció su XXI Encuentro de Clientes y Amigos, para interesados en la cultura tabacalera cubana, previsto del 14 al 18 de este mes, y que tendrá varios escenarios turísticos para los fumadores de puros, ansiosos por conocer las novedades de los habanos.
Un buen habano es un regalo para el tacto, la vista, el olfato y el paladar; una mezcla de sensaciones que debe disfrutarse con calma y suavemente, de acuerdo al gusto de cada persona, pero… ¿cómo escoger el perfecto para uno?
Cada marca de los habanos e incluso cada una de las vitolas que las conforman llevan en sí una fortaleza propia que las distingue, la cual nace desde las propias hojas de la planta cuando todavía está en el campo
En la sobremesa cubana destacan estas tres sólidas columnas que sostienen el templo del deleite pleno, pues como dijera un anónimo viajero: Todo lo que sabe bien, sabe mejor en Cuba. Este es el caso de ese triángulo que define el consumo de productos típicos de la identidad cultural cubana como el café, el habano y el ron.
Las Ediciones Limitadas de Habanos son muy apreciadas y esperadas todos los años por los aficionados alrededor del mundo. Se caracterizan porque sus vitolas no aparecen en la gama habitual del portafolio de la marca y se distinguen por una cuidadosa selección de sus hojas- capa, tripa y capote- las cuales han sido añejadas durante un período no menor a 2 años.
Hace realmente poquísimo tiempo que se ha comenzado a apreciar el Habano de largo envejecimiento. Y aunque de hecho muchos son los fumadores modernos que poseen discretas reservas que quisieran ver mejorar con los años, antes de la edición del libro An illustrated Enciclopedia of post-revolution Habana cigars del chino Min Ron Nee, apenas se había tratado el tema de los «Habano Vintage».
Saborear un Habano puede constituir uno de los momentos más cautivadores en la vida, pues ese acto va acompañado de todo un ritual de honra el tabaco, máxime si en este el cliente disfruta, además de la breva, de toda la magia de un mundo centenario que rinde pleitesía a este producto que con toda razón los aborígenes utilizaban para comunicarse con los dioses.
Ambos productos, que para los habitantes originales del Nuevo Mundo fueron común denominador de placer y adoración a los dioses, ahora tienen un nuevo vuelo con su maridaje, de los cuales presentamos algunos ejemplos.
Disfrutar un habano es como disponerse a transitar por un sendero pletórico de sugerencias.
Desde que el dios Bayahamaco, según los indios taínos, le dio el tabaco a los hombres, muchos han sido los usos que esta planta ha tenido en todo el mundo, y de ellos su utilización como medicina ha sido uno de los más frecuentes.
Sólo el amor engendra la maravilla dice el texto de una afamada canción de Silvio Rodríguez. Y es que ese amor eterno entre el Habano y el Ron, amor a primera vista, es el fruto de una misma madurez.
Dicen las leyendas, que por fin de año los romanos invitaban a comer a sus amigos y se intercambiaban miel con dátiles e higos para que pasase el sabor amargo de las cosas y que el año que empezase fuese dulce.