Coctelería creativa, una expresión líquida

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Maria Carrasco Lloria
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Día de la coctelería (Foto: Cosmopolitan by Absentia)

El cóctel es la bebida de la felicidad gracias a sus miles de combinaciones y la mente de quien sabe crearlo. No existe una fórmula universal para preparar el cóctel perfecto, ya que no hay uno único: el mejor es siempre el favorito de cada persona. Sin embargo, la coctelería sí reconoce especialidades, impulsadas por bartenders cuya maestría es cada vez más valorada a nivel global.

Cada cóctel tiene un elemento distintivo que lo hace especial, ya sea por sus ingredientes, la mano experta que lo prepara o las tendencias que marcan el ritmo de la mixología contemporánea. La coctelería también evoluciona con las modas, adaptándose a nuevos estilos de vida. Hablamos de una disciplina muy versátil, que incluso prescinde del alcohol cuando se le pide o modifica la procedencia de sus ingredientes si así lo exigen los comensales.

De la Coctelería Clásica a la Moderna

La coctelería clásica es el origen de todo. La imagen del bartender con chaleco y pajarita, secando un vaso tras la barra, evoca una sobriedad que todavía inspira respeto. Esta etapa dorada trajo consigo cócteles emblemáticos como el Dry Martini, Manhattan, Old Fashioned o el Daiquirí, con un auge que comenzó a principios del siglo XX y se consolidó en los años 30, antes de la Segunda Guerra Mundial.

Con la llegada de la coctelería moderna, el enfoque cambió. Se empezó a mirar hacia el Caribe y sus sabores vivos y refrescantes. El cóctel dejó de ser una vía de escape para convertirse en una experiencia social más divertida y desinhibida. Las nuevas generaciones comenzaron a preferir bebidas con alto contenido alcohólico como el ron o el vodka, mientras se dejaban seducir por opciones como el Cosmopolitan o el Sex on the Beach, apoyados en las mesas alrededor de una pista mientras la música suena al fondo. Colores divertidos, sonrisas y una picaresca que no se había visto antes inician una nueva era en coctelería.

Corrientes de la Coctelería: de la reinvención al espectáculo

La coctelería no deja de reinventarse. En el impás entre la clásica y la moderna, nace una corriente depurada y minimalista donde la calidad es el estandarte. Así surge la coctelería evolutiva, que se actualiza constantemente y apuesta por técnicas refinadas e ingredientes de alta gama.

coctelería creativa
Cóctel en texturas de Bestial by Rosi la Loca

Una de las corrientes más revolucionarias es la coctelería molecular, que apareció a finales de los años 80. Aquí, el sabor no es el único protagonista: se exploran texturas, aromas e incluso efectos visuales para transformar cada bebida en una experiencia multisensorial. Gelificantes, espumas y cócteles humeantes abren nuevas dimensiones en la creación líquida. Los cócteles fizz se posicionan como favoritos por su frescura y originalidad.

Durante los años 90 y 2000, el bartender se desinhibe a tal punto que comienza a llamar la atención por encima de sus creaciones con extravagantes florituras aéreas ante la atenta mirada de los espectadores. Nace la coctelería acrobática o flair, donde la preparación del cóctel se convierte en un espectáculo, la coctelera en batuta y el bar en escenario.

Coctelería de autor: donde la personalidad es la que narra

Hoy en día, la tendencia dominante es la coctelería de autor, donde cada creación refleja la personalidad del bartender. La búsqueda de la individualidad y la diferenciación es clave. Algunos apuestan por la simplicidad y el impacto sensorial; otros se centran en la presentación, utilizando cristalería única y elementos decorativos sorprendentes, en busca de la viralidad en redes sociales.

La coctelería es el lenguaje de quien lo crea y lo consume, una expresión líquida que no cesa su evolución.

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Maria Carrasco Lloria