Verano 2025: luces y sombras para la hostelería en España

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Cristina Ybarra
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Turistas en terraza de verano en España

El verano 2025 en España llega con cifras prometedoras para el turismo, pero también con desafíos que la hostelería debe afrontar: falta de personal, menor gasto por cliente y necesidad de adaptarse a nuevos modelos de consumo.

Auge del turismo... ¿pero con menos gasto?

España espera batir récords de llegada de turistas, con previsiones optimistas de ocupación hotelera en zonas como Baleares, la Costa del Sol y las capitales patrimoniales. Sin embargo, muchos restaurantes y bares reportan un aumento del turismo low cost, con comensales más cautos a la hora de gastar.

“La gente viene, pero no gasta como antes. Se llenan las terrazas, pero con cañas y tapas, no con menús largos o botellas de vino”, comenta el propietario de un restaurante en Valencia.

Plantillas al límite y falta de vocaciones

Uno de los grandes desafíos sigue siendo la falta de personal cualificado. Muchos negocios luchan por mantener sus estándares con equipos reducidos o rotaciones continuas.

“No es que falten camareros, es que no quieren trabajar en hostelería. Las condiciones y los horarios siguen siendo un problema”, apunta el gerente de un chiringuito en Cádiz.

El fenómeno ya no afecta solo a cocinas y sala: también escasean sumilleres, jefes de partida, cocteleros y personal de limpieza.

Cambios en el modelo de consumo

La combinación entre precios al alza y nuevos hábitos está generando un cambio en la manera de consumir: se reducen los menús del día, se imponen las raciones para compartir y proliferan los conceptos de cocina rápida con calidad.

En paralelo, crecen propuestas como los pop-ups veraniegos, los festivales gastronómicos y los menús de temporada que priorizan el producto local y la sostenibilidad, especialmente en zonas turísticas con mayor poder adquisitivo.

Un verano de contrastes

El verano 2025 representa una oportunidad para reinventar la experiencia hostelera, pero también evidencia la necesidad de cuidar a los trabajadores del sector y valorar la fidelidad de la clientela. El calor, el turismo y las ganas de disfrutar están ahí, pero si no se gestiona bien, los números no compensan el esfuerzo.

¿La clave? Reforzar la formación, garantizar condiciones dignas, mantener la esencia hospitalaria... y no olvidar que cada cliente contento puede volver en otoño.

El papel de la gastronomía como motor

A pesar de las dificultades, la gastronomía sigue siendo un imán para turistas nacionales e internacionales. Las rutas gastronómicas, las experiencias en bodegas, los mercados gourmet y las reservas en restaurantes con estrellas o soles están en auge.

“Muchos visitantes ya no viajan solo por el sol. Quieren probar un vino local, descubrir un queso artesano o comer donde va la gente del barrio”, concluye un chef de San Sebastián.

El verano 2025 trae un escenario ambivalente: bonanza turística, sí, pero también presión inflacionaria, precariedad laboral y necesidad de adaptación. La hostelería española tiene ante sí el reto, y la oportunidad, de demostrar que, incluso en tiempos inciertos, sigue siendo uno de los mejores escaparates de nuestra cultura.


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Cristina Ybarra