Todo buen plato de Benedict que se precie tiene que llevar un elemento fundamental, la Salsa holandesa. Aunque su nombre sugiere que procede de Holanda en realidad se trata de una salsa de origen francés. Su elaboración puede ser algo complicada, pues se suele cortar con facilidad. Al enfriarse la mantequilla, la salsa se solidifica y si se intenta calentar de nuevo pierde toda la finura. Hoy te mostramos como preparar esta suculenta salsa.








