Casi dos décadas después de su apertura, Astrid y Gastón, el restaurante limeño de Gastón Acurio, su esposa Astrid y el jefe de cocina, Diego Muñoz, ha conseguido el número uno en la primera lista de los 50 Mejores Restaurantes de América Latina, elaborada por The World’s 50 Best Restaurants, prestigioso sanedrín de la cocina mundial. A escala internacional, la pasada primavera ocupó la posición decimoquinta.
Al igual que su homónima de fútbol, la Selección Española de Cocina no deja de darnos satisfacciones en todas sus categorías. Porque fútbol y cocina son dos actividades muy alejadas entre sí pero que coinciden en otorgar universalidad a nuestro país.
Así, los más jóvenes cocineros españoles se han clasificado como mejor tercer equipo del mundo en el certamen celebrado recientemente en Costa Rica por la WorldAssociationof Chef Societies. Al igual que en el resto de las categorías La Roja de la Cocina (www.larojadelacocina.com) se ha situado, gracias al talento y entrenamiento de los cocineros integrados en el equipo, en la élite internacional también en la categoría junior.
El Casino de Madrid fue el escenario elegido por la Real Academia de Gastronomía y la Cofradía de la Buena Mesa para hacer entrega de los Premios Nacionales de Gastronomía, en un acto que contó con la presencia del ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, quien subrayó la importancia de estos premios “para la gastronomía, el turismo y la economía española” y la relevancia de la buena mesa como “uno de los activos más importantes de la Marca España”.
Fermí Puig es conocido por todos los aficionados a la gastronomía por su etapa en Drolma, en el Hotel Majestic, y por su paso por Petit Comité, donde dio a conocer lo mejor de la cocina tradicional de Cataluña.
Ahora ha abierto, junto a su socio y director de sala, Alfred Romagosa, su propio restaurante en la calle Balmes de Barcelona, en pleno distrito de Eixample, que se llama Fermí Puig (www.restaurantfermipuig.com).
El otro día me acerqué al Hotel Westin Palace de Madrid para asistir a un concurso singular, el I Certamen Internacional de Cortadores de Jamón 2013 que sirvió para que un gran cortador, Jesús García Carrasco, de Monasterio (Badajoz) revalidara su condición de Mejor Cortador de España, alcanzada el pasado año, superando a otros siete finalistas, los “mejores cuchillos de 2012”, es decir, todos ellos ganadores de los concursos más acreditados que se celebraron el pasado año.
La gastronomía de España es sinónimo de vanguardia y de creatividad, pero también de tradición y de materia prima excelente. Esta sucesión de mensajes ha contribuido a que millones de personas visiten nuestro país con una motivación fundamentalmente gastronómica y que la buena mesa se haya reafirmado, entre nosotros, como uno de los principales argumentos a la hora de emprender un viaje.
La Comisión de Cultura del Congreso de los Diputados aprobó el pasado 23 de abril una Proposición No de Ley del Grupo Parlamentario Popular que insta al Gobierno “a proteger y difundir la gastronomía española como Bien Cultural de carácter inmaterial”.
Por ello, invita al Gobierno a incluirla en el Plan Nacional de Salvaguarda del Ministerio de Educación (España es el primer país del mundo en tramitar este tipo de Proposición no de Ley, lo que demuestra la sensibilidad de nuestro Parlamento ante este tema).
La Academia Internacionalde Gastronomía, que preside el francés Jacques Mallard y donde detento la condición de presidente fundador y de honor, ha dado a conocer sus Grands Prix y Premios Anuales, correspondientes a 2012-2013. Como saben nuestros lectores, se trata de una asociación sin ánimo de lucro que fue fundada en 1983 e integra en la actualidad a 22 países que trabajan con el propósito de proteger y promocionar la cultura gastronómica. España, Francia e Inglaterra fueron los fundadores.
Poco a poco, al igual que las otras Comunidades Autónomas de España, Canarias va animándose gastronómicamente. Es probable que aún no existan esos “cocineros-estrella” que han colocado nuestra cocina en la vanguardia internacional, sin embargo, dentro de lo que es una oferta gastronómica, en especial para turistas, lo más importante es la materia prima y la forma de comer.
El otro día tuvo lugar, en Zalacaín, un nuevo ensayo para poner de relieve la importancia que tienen las armonías (maridajes) en la gastronomía. Es obvio que los vinos tienen una calidad en sí mismos, pero lo fundamental es ver la combinación con los diferentes platos.
El pasado jueves 11 de abril quedó clausurada la 26 edición del Salón de Gourmets (www.gourmets.net) que, siempre bajo la dirección de Francisco López Canís, es la feria gastronómica más veterana y exitosa de cuantas tienen lugar en España.
Hace pocos días tuve la oportunidad de acudir al Casino de Madrid para participar en la presentación del World Tour-Culinary Conection o Gira Mundial de la primera Facultad de Gastronomía de España, adscrito a la Universidad de Mondragón, que dirige con brillantez y profesionalidad Joxe Mari Aizega.
En el marco del convenio que recientemente han firmado la Academia Iberoamericana de Gastronomía y la Secretaría General Iberoamericana, que encabeza el hispano-uruguayo Enrique Iglesias, el próximo mes de mayo está prevista la celebración en Sevilla de la Asamblea General de la Academia Iberoamericana.
Los cocineros españoles siguen alcanzando grandes éxitos internacionales. El último triunfo ha tenido como escenario la ciudad griega de Tesalónica, donde el equipo nacional, cuyo entrenador ha sido el conocido Chema de Isidro y que ha estado capitaneado por Carlos Durán, ha obtenido un éxito clamoroso.
Me han contado verdaderas maravillas y lamenté perdérmelo. Alrededor de 30 personas, entre periodistas y gastrónomos, tuvieron la oportunidad de viajar al Somontano, en Huesca, para participar en la décima edición de los “Días de Vino y Trufas” que organizan, desde 2001, las Bodegas Viñas del Vero y Blecua, del Grupo González Byass, para rendir culto a la trufa de Graus recién recolectada, uno de los grandes tesoros de la despensa aragonesa.
Con los fríos de febrero y marzo asistimos al esplendor del cocido que, en sus diversas formulaciones, es uno de los grandes emblemas de la cocina española invernal, pues su receta está muy arraigada por todo el país y aporta todos los valores que la temporada más gélida del año exige a la buena mesa.



























