
Si de bodas originales se trata la del matrimonio Burger King se lleva la palma, al menos en los últimos 10 años. Justo el 17 de julio de 2015, la pareja formada por Joel Burger y Ashley King marcaron un hito tan divertido como insólito en la historia de Burger King.
El casamiento sucedió en Jacksonville, Illinois, Estados Unidos y consagró una unión que nació en una escuela secundaria de un pequeño pueblo estadounidense y terminó patrocinada por la cadena de comida rápida estadounidense.
Hoy, diez años después, el calendario obliga a lanzar la interrogante que se impone:
¿seguirá vigente el match?
Aunque no hay muchos detalles sobre la vida conyugal de Joel y Ashley en estos diez años, ni la cadena ha revivido las nupcias en su décimo aniversario, lo cierto es que la historia sigue siendo ejemplo de cómo el azar y el ingenio tras el marketing gastronómico sigue dando riendas a fenómenos virales.
La boda patrocinada por Burger King
Todo comenzó con una foto frente a un restaurante Burger King. No fue un reportaje profesional, ni una sesión de compromiso elaborada, solo el selfie de una pareja feliz anunciando las nupcias. Pero, el algoritmo hizo el resto. La imagen se viralizó y al más puro estilo comercial, Burger King corrió con todos los gastos del enlace.
La cadena diseñó invitaciones personalizadas e incluso imprimió en las propias hamburguesas los rostros de los novios, las cuales fueron, sin dudas, el centro de la velada. Algo similar ocurrió con la tarta, decorada con el logo de la Whopper, su hamburguesa insignia. El menú también incluyó otros clásicos de la cadena como los nuggets, las patatas, salsas de alioli, miel y mostaza y ketchup.
¡Feliz aniversario, Burger y King! Que su unión siempre venga con doble queso y extra de felicidad.