Entre la representación de gastronomías nacionales, Georgia ha destacado particularmente en Madrid Fusión 2025, sobre todo con su riqueza enológica. A través de su presentación, Paisajes de Georgia, reconocidos chefs como Guraam Baghoshvill (restaurante Karater, Portugal), Davit Narimanshvili (Nunuka & Parsimon, Madrid), Daduna Gholonti (Skio Gudari, Georgia) e Irakli Todadze (Radisson Blu Iveria Hotel, Tiflis) subrayaron las virtudes geográficas de la nación para la producción de vinos.
Durante su presentación, Iñaki Cholobargia, director de la agencia de vinos explicó que el vino es un pilar en la cultura georgiana y protagonista en celebraciones, donde el "tamada" lidera los brindis tradicionales.
Por otro lado, con la cata Patria del Vino, a cargo de representante de bodegas georgiana, también brilló su potencial vinícola. Entre las variedades expuestas estuvieron el Saperavi, un tinto con notas de frutas rojas y especias, el Mtsvane, un blanco ligero y aromático; y el Kisi, un vino blanco con un perfil afrutado.
En materia gastronómica ofrecieron platos típicos como el Kinkali, empanadillas rellenas de carne picada y especias; Pkali, un puré de vegetales como espinacas, berenjenas y remolacha con nueces y ajo; y el famoso Khachapuri, un pan relleno de queso fundido.
Tales demostraciones sirvieron para resaltar también el valor de su cocina tradicional, donde destaca la fusión de sabores intensos y técnicas de cocción ancestrales, con ingredientes frescos y recetas heredadas de generación en generación.
Ubicada entre montañas del Cáucaso y el mar Negro, Georgia posee una geografía variada y un clima que favorece su rica producción agrícola, de frutas y nueces. Sus vinos, con más de 8.000 años de historia, han consolidado al país como la cuna mundial del vino.
Además de su tradición gastronómica, Georgia apuesta por la hospitalidad entre sus valores identitarios, un atractivo para posicionarse entre un destino turístico de referencia.
