Además de su exquisita interpretación gastronómica, muchos otros atributos hacen grande al chef español Fernando Pérez Arellano. Citaría, por ejemplo, su sobrecogedora modestia, pues pese a tener el único restaurante de Mallorca con dos Estrellas Michelin (el Zaranda), prefiere no autodefinirse como un artista, que lo es de sobra, sino simplemente como un artesano de los fogones.








