En el entorno de la gastronomía se han creado muchas inercias propias que algunas veces han evidenciado comportamientos no muy dignos de cualquier oficio, profesión o estructura del tipo que sea. Desde mi posición de científico gastronómico me permito modestamente, enumerar los puntos que creo imprescindibles para avanzar en lo que debe ser este entorno.
 Los adelantos científicos en el mundo de la alimentación, y la aplicación de la ciencia en la cocina contemporánea, han conducido a que los servicios docentes de las instituciones afines a esta visión se hayan dirigido, en los últimos años, a establecer una sinergia entre los aportes de la ciencia y el quehacer culinario.
 Proteína de insectos, cambio de texturas, Redes Sociales... Lo que hace unos años hubiera resultado utópico, abre nuevos horizontes a la evolución gastronómica mundial.
 
 









