Garantizar la inocuidad de los alimentos, reconoce la FAO, es un proceso complejo y multifactorial que involucra a toda la cadena alimentaria, desde la producción, recolección y almacenamiento, hasta la preparación y el consumo. Debido a la actual crisis sanitaria, la adopción responsable de medidas higiénicas se ha convertido —quizás como nunca antes— en una práctica imprescindible para todos los sectores de la sociedad.
La combinación equilibrada de varios grupos de alimentos no es el único parámetro que debemos tener en cuenta al analizar lo que consumimos. Que los alimentos resulten inocuos, y por tanto, su ingesta no represente un peligro microbiológico, físico o químico para los comensales, es de vital importancia. De acciones y claves para una inocuidad alimentaria comentamos aquí.
La comunidad internacional debe ser consciente de que la seguridad alimentaria no solo significa que se produzca suficiente comida y que todo el mundo tenga acceso a ella. También es fundamental que toda esa comida sea inocua para el consumo. Esto es, no hay seguridad alimentaria sin inocuidad alimentaria.