Cada 16 de octubre el orbe recuerda el peso de lo que comemos en nuestra salud. Y es que desde 1979 la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) instauró la fecha como Día mundial de la alimentación. Así, la jornada deviene momento oportuno para concienciar sobre la necesidad de una alimentación adecuada tanto para niños como adultos al ser la base de nuestro bienestar.
Imagina sembrar comida y estar hambriento. Esa es la paradoja del hambre. Los trabajadores de la agricultura son un tercio de la población trabajadora del mundo. Los campesinos producen 80% de la comida en el mundo en desarrollo. A pesar de ello, son los más propensos a sufrir hambre, de acuerdo a datos de la ONU.