La primera elaboración de café frío nació por casualidad en 1957, durante la realización de la feria anual de Nestlé en Europa, precisamente en Grecia. Allá se promocionaba una bebida a base de cacao y leche para niños, y a unos de los empleados se le ocurrió agregarle a la mezcla unas cucharadas de café y hielo. Así surgió el hoy famoso café frappe. Hoy en día es muy común ir a un bar en Grecia y encontrar a alguien bebiendo un café frappe, mientras disfruta la lectura de un libro.
Los beneficios del café son de sobra conocidos, pero la temperatura a la que lo tomas puede potenciar sus propiedades. Ahora que se acerca el verano, tomarlo frío, no sólo es una opción para refrescarnos, sino también para proteger el organismo.









