El Día de Reyes se celebra en varios países con postres tradicionales, como el roscón de Reyes en España, la Galette des Rois en Francia, el Bolo Rei en Portugal y la Rosca de Reyes en México. Esta última tiene su origen en la Edad Media y fue llevada a México durante la conquista. La forma circular de la rosca simboliza el amor eterno de Dios. La Rosca mexicana se adorna con frutas cristalizadas y trozos de masa similar a galletas, y contiene muñequitos de plástico que representan al niño Jesús; quien lo encuentra debe organizar una fiesta el 2 de febrero. Las diferencias entre la Rosca y el Roscón son notables: el español es más pequeño y hecho con masa de brioche, mientras que la mexicana es ovalada y tiene una textura más esponjosa. Ambas celebran el mismo evento, reflejando la diversidad de tradiciones y gustos locales.