Tan decisivo y principal es el saber ser recibido como el saber recibir. Tengo la sensación de que ponemos todo el énfasis bajo el gordo dedo del restaurante como conjunto/equipo que recibe y tratamos de soslayo y pasamos de puntillitas sobre el obeso mundo de quien es recibido, el del comensal y su saber ser recibido.
La industria de la restauración nos obsequia diariamente con un carrusel de noticias magnificando restaurantes y cocineros: pop ups, veladas a ocho manos, food trucks, libros, conceptos, patrocinios, maratones, asesorías, panfletos, formatos televisivos... en esta carrera por alcanzar la popularidad hay que llamar la atención a toda costa y poco importa que el pretexto utilizado sea el hecho gastronómico.
Massimo Bottura encabeza la lista de The World's 50 Best Restaurants 2018 desde el pasado mes de junio como mejor chef del mundo. Luce tres estrellas en la Guía Michelin y está considerado un chef iconoclasta, con tradición italiana que mira el futuro.
Fueron identificadores de clases sociales, indicadores de sibaritismo y de poder adquisitivo, son un lujo al alcance de cualquiera y una excelente forma de terminar una opípara comida. Sin embargo, pese a la idoneidad del clima su consumo en España es escaso.
Una de las grandes paradojas de la cocina es cómo, siendo un territorio históricamente regido por mujeres, no han sido ellas, sino los hombres, los que se han alzado con lauros y ovaciones. Encargadas tradicionalmente de los fogones domésticos, su trabajo en los grandes restaurantes se veía reducido, hasta no hace mucho tiempo, a tareas de segundo nivel. Sin embargo, pese a que aún son una abrumadora minoría, muchas han demostrado que la gastronomía tiene nombre femenino, y van dejando su estela en el olimpo gastronómico español.
Burdeos, Saint-Emilion y Coñac son tres ciudades de la Nueva Aquitania que tienen mucha fama en la restauración francesa. Burdeos y Saint-Emilion, además, la tienen especialmente en el mundo de los vinos tintos. Y Coñac, en aguardientes de vinos de doble fermentación.
Cocinar es expresar, la cocina es lenguaje, es voluntad, querencia y ganas de estar con los demás para decirles, contarles, hablarles cuanto deseamos sea dicho, contado o hablado. Toda esa necesidad vital, esa tendencia a la reunión, se concelebra alrededor de la comida, la cocina y la mesa.
La incesante búsqueda que Air Europa mantiene por la excelencia de sus servicios y productos se evidencia en la variedad y calidad de los menús que la aerolínea sirve a bordo con el objetivo de contribuir al bienestar del pasajero durante su vuelo.
A la hora de escoger el café, no todas las personas tienen claro cuál variedad es la que más se ajusta a su gusto. Aprendamos entonces cómo diferencias las más famosas.
En el Nyotaimori comida y arte se mezclan en función del erotismo, en un sistema del que se hace dificil deslindar belleza estética de placer sensorial.
Del legendario Japón nos llega un acto muy relacionado con la instalación o el performance de las artes plásticas —y hasta con el teatro— donde se funden ambos sentidos del término "comer", una tendencia, que sin dudas, habla muy bien de la condición artística de lo culianrio.
El consumo de tapas o pinchos se ha internacionalizado en los últimos años, como hicieron anteriormente la pizza italiana o el sushi japonés. Linkers ofrece un listado de directrices diseñadas para que el empresario saque el mayor margen de beneficio a las tapas o pinchos.
El mago de la gastronomía internacional Alain Ducasse ha sacado de la manga una nueva carta ganadora. Se trata de Spoon 2, situado en la Place de la Bourse, en el mismo Palais Brogniart de París. El restaurante viene a representar un completo viaje por los sabores del mundo, ofreciendo un conjunto de cocinas enmarcadas en una línea vivaz y lúdica, pero a la vez auténtica.
Sylvestre Wahid, diseña una sinfonía gastronómica personal, unida a una filosofía que permite descubrir a sus clientes un nuevo universo culinario que transporta hacia un variopinto mapa de menús temáticos: el menú vegetal, el mineral, el mar/lago y el río. Una cocina técnicamente sorprendente, y un impulso de frescor, como lo demuestran algunos de sus platos de autor.
Las competencias distintivas - también llamadas básicas, esenciales, claves o "giros del negocio", que en inglés se conocen como Core Business- en la gestión empresarial presuponen un minucioso análisis previo y acertada aplicación de procesos que posibiliten generar valor, lo cual representa un factor indispensable para lograr ventajas competitivas y favorable rentabilidad.
La historia de Le Bristol de París se inicia con la construcción de la Plaza de la Concordia y el embellecimiento de los Campos Elíseos. El Duque de Noailles vende el terreno en el cual hoy está ubicado el hotel a un empresario del rey Luis XV. Se trata entonces de un espacio hortense vasto y verdoso.