Caserío Dulce: ATM tu máquina de postres artesanales

Caserío Dulce: ATM tu máquina de postres artesanales
Una pareja de Bilbao ha lanzado ATM Bilbao, una máquina expendedora que ofrece repostería artesanal de su obrador, Abasotas. Este innovador proyecto, en funcionamiento desde hace menos de un mes, se centra en la repostería americana, con una variedad de tartas como la de zanahoria, cheesecake y chocolate, incluidas opciones veganas y sin gluten. Las tartas grandes, para ocho porciones, cuestan 35 euros, mientras que las pequeñas, para tres, oscilan entre 14 y 16 euros. También ofrecen galletas en diferentes sabores y un brownie ligero, destacando el brookie, que combina brownie y cookie. Los productos, de alta calidad y elaborados en Barrika, se reponen diariamente y están disponibles desde 2,80 euros. La pareja, Nikola Susaeta e Isabel Serna, busca brindar una alternativa a su anterior tienda cerrada por inconvenientes, manteniendo su enfoque en ingredientes premium y un servicio al cliente eficiente.
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Cristina Ybarra
Lunes, Enero 13, 2025 - 14:27

Una pareja de Bilbao ha puesto en marcha una máquina expendedora en su ciudad, donde ofrecen los productos que elaboran en su propio obrador.

La empresa de repostería artesanal Abasotas ha puesto en marcha recientemente un nuevo proyecto: una tienda automática denominada ATM Bilbao, donde los clientes pueden adquirir los productos dulces elaborados en su obrador. Esta novedad, lleva menos de un mes en funcionamiento.

Repostería basada en producto americano

El catálogo digital en la pantalla presenta imágenes de los postres disponibles. En este lugar no se encuentran carolinas ni bollos de mantequilla, típicos de Bizkaia. Se especializa en repostería americana, por lo que su oferta incluye una gran variedad de tartas y galletas de mantequilla. "Nuestras tartas más demandadas son la de zanahoria, la de queso estilo cheesecake y las de chocolate, en este último caso, hay opciones veganas, sin azúcar y sin gluten", menciona Nikola Susaeta, uno de los encargados de Abasotas. Todas las tartas grandes, que están diseñadas para ocho porciones (1.120 gramos), tienen un precio de 35 euros, mientras que las pequeñas, adecuadas para tres personas (aproximadamente 350 gramos), oscilan entre 14 y 16 euros.

Además, cuentan con galletas de diversos sabores: la tradicional con pepitas de chocolate; una variante que combina pepitas con relleno de crema de avellana; otra de pistachos y frambuesa —la preferida de Mónica—; galletas de crema de cacahuete y mora; de sésamo y caramelo, y la galleta maravilla, cuyo sabor permanece en secreto.

A esta selección se le suma un brownie de chocolate ligero y el gran protagonista de esta máquina expendedora: un producto que combina las dos opciones anteriores, el brookie, que es “mitad brownie de chocolate intenso y mitad cookie de chocolate negro”, según describe la máquina.

Las galletas y bizcochos se pueden comprar de forma individual (entre 2,80 y 3,30 euros) o en paquetes de seis (entre 13 y 15 euros). Por último, también están disponibles bolsas de granola y galletitas de agua.

Desde un pequeño pueblo

Todos estos dulces son originarios de Barrika, un municipio de Bizkaia con una población de 1.550 habitantes. Allí, Susaeta y su pareja, Isabel Serna, gestionan un obrador en el caserío Zearreta, que cuenta con más de 500 años de historia. Esta antigua carpintería también sirve como hogar para toda la familia. “Hemos creado un espacio donde podemos trabajar y disfrutar de la vida en familia: ir a la playa, pasear o surfear después de la jornada laboral”, comenta este emprendedor de 37 años. “Es un lugar idílico, aunque poco comercial”. Esta afirmación se basa en su experiencia, ya que hasta hace poco más de un año tenían una tienda que abría los fines de semana. “Debido a problemas con la carretera principal y algunas quejas de los vecinos, tuvimos que cerrarla”, lamenta.

Esta circunstancia dejó a sus productos desamparados. Se vieron en la necesidad de encontrar una alternativa para continuar atendiendo a su clientela, y la solución surgió después de realizar dos llamadas, una a una inmobiliaria y otra a una empresa italiana.

 "Habíamos identificado un local en Bilbao y, años atrás, habíamos explorado unas máquinas expendedoras de Verona, que prestaban especial atención a la calidad del producto. ¿Por qué no combinar ambas propuestas?".

Una expendedora italiana

Así fue como se estableció este punto de venta de Abasotas. Cada día, una persiana automática abre y cierra el establecimiento a las 8:00 y a las 22:00. La reposición de productos se lleva a cabo temprano, antes de que la ciudad despierte. A partir de ese momento, los encargados supervisan el funcionamiento mediante sensores que les avisan si ocurre algún inconveniente, como un producto que no se ha dispensado correctamente. "En caso de que suceda esta situación, podemos ponernos en contacto con el cliente para encontrar una solución", explica, aunque aclara que esta eventualidad solo ocurre en el 3 % de los pedidos.

La pareja se esfuerza, sin duda, por utilizar azúcares, harinas y chocolates de alta calidad. Es importante destacar la mantequilla, un ingrediente esencial en sus recetas y en la repostería estadounidense. En su caso, colaboran con una empresa francesa que se especializa únicamente en su producción.