
Una sorprendente trampantojo que imita el aspecto de una bandeja de ibéricos.
Ingredientes
250 gr. Trucha del Fiordo de Noruega sin piel ni espinas
1 cdita. sal
0.5 cdita. pimienta
1 dl. perifollo fresco
Para la crema de huevo
3 dl. aceite de oliva
4 piezas yemas de huevo
2 cdas. mantequilla
sal
pimienta de cayena
Para la gelatina de limón
2 piezas limones
2 cdas. azúcar
6 gr. agar-agar
agua
Para el pan crujiente
4 lonchas pan de centeno
aceite de oliva
sal
Preparación
Cortar la Trucha del Fiordo de Noruega en dos filetes a lo largo.
Mezclar sal, pimienta y perifollo picado.
Rebozar el pescado en el adobo hasta que esté bien cubierto.
Enrollar la Trucha del Fiordo en film y congelar durante 3-4 horas.
Cortar en rodajas muy finas y disponer en una bandeja.
Para la crema de huevo
Calentar en un cazo 3 dl. de aceite de oliva.
Incorporar las 4 yemas de huevo enteras y cocinarlas a unos 70 grados durante 15-20 minutos, hasta que empiecen a solidificar.
Retirar las yemas y batirlas con dos cucharadas de mantequilla hasta obtener una crema suave.
Echar sal y pimienta cayena al gusto.
Para la gelatina de limón
Mezclar el zumo de 2 limones, su ralladura y 2 cucharadas de azúcar. Añadir agua hasta conseguir 400 g de mezcla.
Espolvorear el agar-agar y hervir durante 30 segundos sin parar de remover.
Verter en un recipiente y dejar enfriar. Pasar por un colador.
Para el crujiente de pan
Cortamos el pan de centeno en rebanadas muy finas y, después, en trozos pequeños.
Espolvoreamos sal y aceite de oliva. Introducimos en el horno precalentado a 180 grados durante 8-10 minutos, hasta que esté crujiente.
Serviremos la Trucha del Fiordo de Noruega acompañada con unas lágrimas de crema de huevo, con la gelatina de críticos y el pan crujiente.
Consejo:
Si nos ayudamos de una manga pastelera podremos servir mejor la crema de huevo y la gelatina de cítricos, para lograr un emplatado más exclusivo.