
Desde este miércoles se saborea un pedacito de Nueva Orleans en Madrid. Con Gulah, la cultura de los famosos po´boys o poor boys, bocadillos callejeros tradicionales de la ciudad estadounidense, se reinventa con ingredientes castizos para ofrecer una experiencia a medio camino entre ambas gastronomías.
Po’Boys y salsa sin filtros: así es Gulah
Ubicado en Arturo Soria, el nuevo restaurante rinde culto al finger food, y es liderado por Jesús González Espartero, quien tras su viaje a la cuna del jazz quedó enamorado de esta receta nacida como comida popular para los trabajadores menos favorecidos –de ahí el nombre "poor boys"–. La elaboración es a base de un pan exclusivo a medio camino entre brioche y baguette, relleno desde pollo, setas, hasta calamares o rabo de toro.
De hecho, sus propios nombres ya inspiran el espíritu de la fusión culinaria. Son los casos del Chulapoh Boy –de calamares fritos con mayonesa de lima– hasta el Toroloco, con rabo de toro guisado durante 24 horas, guacamole y cebolla encurtida. Para los amantes del picante, el Chicken Run (pollo frito con coleslaw y mayo picante) o el vegetariano Voodoo Veggie con setas crujientes, lechuga y salsa remoulade, son apuestas seguras.
Pero más allá de la especialidad de la casa, figuran en su carta elaboraciones ue defienden la misma filosofía de comer con las manos. Así entre sus entrantes se hallan: las alitas del infierno, los Chili Cheese Bites (jalapeños rellenos de cheddar), los aros de cebolla a la cerveza, o los Chicken Churros –mezcla entre churro y finger de pollo con queso de cabra y sirope de arce– demuestran que en Gulah se viene a disfrutar. Y para rematar, postres como el Funky Banana Split o el brownie con mantequilla tostada.

El diseño del local es otro de sus atractivos. Creado por Néstor Marcos Architecture, el espacio evoca el Barrio Francés de Nueva Orleans con vegetación, toques industriales, colores atrevidos y elementos coloniales. Una gran barra central, mesas de madera, ladrillo visto y una terraza amplia completan un entorno que invita a elegirlo en las tardes de verano.