
Cuando el calor aprieta y solo apetece comer ligero, pocos pensarían en las alubias como protagonistas de la mesa estival. Sin embargo, estas legumbres humildes esconden más de una sorpresa: son una fuente de energía ideal, aportan fibra, vitaminas, minerales y, además, se pueden consumir en frío, en templado o incluso en versión hummus.
¿Todavía no las miras con otros ojos?
¿Por qué comer alubias en verano?
“Las alubias son un alimento completo y muy interesante desde el punto de vista nutricional. Aportan proteínas vegetales, fibra, hierro, magnesio y vitaminas del grupo B”, explica Sandra Vaquera Ruiz, nutricionista de Mi Conserva, marca navarra de conservas artesanales y naturales, elaboradas con aceite de oliva y sin aditivos.
Y lo mejor es que son prácticas: las conservas mantienen todos sus beneficios, listas para usar y perfectas para preparar platos en solo cinco minutos. ¿Lo mejor? Son saciantes, ligeras y muy versátiles.
“Tienen un índice glucémico bajo, lo que ayuda a evitar picos de azúcar y favorece una digestión más estable. Por eso recomiendo incorporarlas varias veces a la semana, también en verano”, asegura la nutricionista
Ideas irresistibles para comer alubias en verano
Aquí tienes cuatro recetas frescas, fáciles y deliciosas para sacarle todo el partido a las alubias también en los días más calurosos.
1. Ensalada de alubias con tomate, atún y albahaca
Tan simple como abrir un tarro. Combina alubias blancas con tomates cherry, atún en aceite, cebolla morada y hojas de albahaca. Aliña con AOVE, vinagre y sal.
2. Alubias con pulpo y pimentón
Un plato tibio con todo el sabor del norte. Mezcla alubias con pulpo cocido, aceite virgen extra, sal en escamas, pimentón de la Vera y un toque de limón.
3. Hummus de alubias
Cambia los garbanzos por alubias y tritura con ajo, limón, comino y tahini. Ideal para dippear con crudités o pan pita.
4. Bowl templado con huevo mollet y espárragos
Saltea espárragos verdes, mezcla con alubias tibias, rúcula y añade un huevo mollet por encima. Termina con sal, pimienta y vinagre balsámico.
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¿Y por qué funcionan tan bien en verano?
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Son saciantes pero no pesadas.
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Se adaptan a platos fríos o templados.
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Ayudan a mantener la energía, justo cuando más la necesitas.
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Y, en su versión en conserva, son perfectas para improvisar recetas rápidas, nutritivas y sabrosas.