¿Un remedio para la desnutrición? El café con yodo y hierro podría ser la solución

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Maria Carrasco Lloria
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Alimentos fortificados con yodo y hierro para la desnutrición

Los alimentos y bebidas fortificados con yodo y hierro en polvo podrían ser la nueva fórmula descubierta para combatir la desnutrición mundial. El Instituto de Tecnología de Massachussets sigue sus investigaciones ha descubierto que en distintos alimentos -como el pan, el café o té y la sal-, estos aditivos de micropartículas actúan como suplementos nutricionales.

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El MIT lo afronta: el reto de alimentar al mundo

Ante el avance de enfermedades como la anemia o el subdesarrollo infantil por la falta de hierro que afecta al menos a 2 millones de personas en el mundo por desnutrición, el MIT está tratando de crear una empresa que dicha tecnología está al alcance de todos. Mientras que siguen trabajando con el yodo y el hierro, también buscan ampliar su agenda a otros minerales esenciales para el desarrollo del organismo como el zinc, el calcio y el magnesio.

La tecnología que trabaja el MIT se basa en unas micropartículas llamadas MOF o marcos metalorgánicos. Lo que se ha conseguido es introducir los minerales en microcápsulas porosas, que transportan el hierro y el yodo haciéndolos perdurar más tiempo en el organismo ya que son dos minerales bastante inestables y que no suelen compatibilizar. Estas jaulas los protegen de la humedad, el calor y el paso del tiempo manteniendo sus propiedades.

La ciencia quiere acabar con la desnutrición gracias a la fortificación de alimentos

Que un producto pueda contener hierro y yodo al mismo tiempo es la novedad a la que se ha acercado MIT. Por sus propiedades, estos minerales se deterioran entre sí, mientras que al ser fortificados en el laboratorio se ha demostrado que son absorbidos con eficacia.

Anteriormente, la fortificación de alimentos con estas partículas cambiaba el sabor y color de los alimentos y no había prueba de que su absorción por el organismo fuera eficiente. Sin embargo, el MIT está consiguiendo que los aditivos no modifiquen las propiedades organolépticas del alimento pero sí las nutricionales, componiendo un gran avance en la lucha contra la desnutrición mundial.

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