
En el corazón de la Denominación de Origen Rueda, donde el clima continental y los suelos pedregosos forjan el carácter de los grandes vinos blancos de España, la bodega García Duque se posiciona como un referente de autenticidad y vanguardia. Con una filosofía familiar y respetuosa con la tierra, esta casa vinícola liderada por Pilar García Duque elabora algunos de los blancos más expresivos de la región.
Una bodega familiar con alma contemporánea
García Duque es fruto de la pasión de Pilar, enóloga con dos décadas de experiencia en la cuna del verdejo. Desde 2014 decidió emprender su propio camino alquilando parte de una propiedad para elaborar vinos con sello propio. La bodega se levanta sobre principios de sostenibilidad y mínima intervención, aprovechando la gravedad para preservar la integridad de la uva en cada fase del proceso.
Además, se apuesta por una viticultura respetuosa con el entorno y fermentaciones controladas con levaduras neutras, sin buscar aromas raros que no son típicos de la variedad.
Verdejo en estado puro: vinos con frescura, expresión y tipicidad
El vino insignia de la casa es su García Duque Verdejo, un monovarietal que expresa con fidelidad la esencia de la variedad. De color amarillo pajizo con reflejos verdosos, ofrece una nariz intensa con notas de fruta tropical, heno fresco y un fondo herbáceo. En boca, su paso es untuoso y vivo, con una acidez perfectamente integrada y un final amargo característico de la verdejo auténtica.
Además, la bodega explora otras líneas, ampliando el perfil de sus vinos y ofreciendo propuestas versátiles tanto para el aperitivo como para la alta gastronomía.

Margarita Duque: un homenaje inesperado
Este vino nace de la curiosidad de Pilar por ver cómo evolucionaba la viognier en depósitos de hormigón. Sin plan inicial, tras la pérdida de su madre en enero, decidió bautizarlo en su honor: Margarita. Una edición de 5.000 botellas que destaca por su elegancia y textura, con crianza que resalta la delicadeza de la uva.
El Octavo Color: el sauvignon blanc como nunca lo habías probado
Una rareza que desafía lo establecido. “El Octavo Color” es la interpretación personal de Pilar sobre la sauvignon blanc. Criado durante 9-10 meses en barricas previamente envinadas con verdejo, este vino de mínima intervención no se acoge a la D.O. Rueda, por decisión propia.
Delicado y complejo, despliega aromas de fruta blanca, hinojo, flores silvestres y recuerdos anisados. En boca es fresco, largo, salino y de una elegancia serena.
Una edición limitada de 3.000 botellas que representa lo que Pilar llama “lujo silencioso”.
El alma detrás de la bodega: Pilar García Duque
Con una visión clara sobre el futuro del vino blanco en España, Pilar defiende una forma de hacer vino que prioriza el cuidado del viñedo, la paciencia y el respeto al producto.
En sus palabras, la sauvignon blanc en Rueda puede alcanzar niveles de elegancia comparables a las grandes regiones vitícolas del mundo.
Maridaje y experiencia enoturística
Los vinos de García Duque son versátiles en la mesa. Maridan con quesos curados, pescados blancos, mariscos, ceviches y platos especiados de cocina asiática. La textura y frescura de sus vinos los convierten en aliados perfectos para elevar cualquier propuesta gastronómica.
Además, la bodega ofrece visitas enoturísticas con catas comentadas, paseos por los viñedos y encuentros que conectan el paisaje con la copa.
García Duque representa el equilibrio entre tradición e innovación. Desde sus verdejos más clásicos hasta propuestas fuera de la denominación como El Octavo Color, esta bodega familiar aporta valor a la escena vitivinícola de Castilla y León.
Una firma que demuestra que los vinos blancos pueden ser complejos, memorables y profundamente personales.