El agua mineral natural es de las más puras y sanas que existe. Una de sus grandes ventajas es que no necesita ser sometida a procesos químicos de desinfección ni filtrado para ser consumida, pues procede de acuíferos subterráneos en espacios naturales protegidos de toda contaminación.
Las bondades normales que produce el consumo adecuado de agua (entre 2 y 2,5 litros diarios) pueden llegar a multiplicarse si se añaden una serie de pautas de consumo a la rutina diaria.









