En los meses de invierno cambia nuestra alimentación y el cuerpo nos pide platos más calientes y menos ensaladas. ¿El motivo? Nuestro organismo consume más energía para combatir la temperatura exterior y mantener el calor corporal, y una buena manera de hacerlo es con platos de cuchara, pero también con alimentos que potencian tu calor interno.
 







