Desde el punto de vista del turismo, la Nueva Gastronomía está teniendo una incidencia muy importante. Los turistas son los primeros que quieren, cuando llegan a su destino, que la oferta gastronómica recoja esas nuevas exigencias relacionadas con la salud, la solidaridad y la sostenibilidad.
Óscar Marcos, director del restaurante Alabaster (Madrid), recibió el galardón de la Academia Madrileña de Gastronomía en la categoría de sala de la VI edición de los Premios de Gastronomía de la Comunidad de Madrid.
Aunque la sala siempre ha tenido importancia en los restaurantes, a partir de la pandemia se ha acentuado el papel que juega la atención, la familiaridad y el servicio a los clientes. Como es natural, sigue teniendo un rol básico la cocina, la calidad de la comida. Pero no es menos cierto que la gente quiere, cuando va a comer o a cenar, estar en un escenario agradable y recibir un trato adecuado, tener la sensación de que está entrando en un lugar para disfrutar, recuperar el tiempo perdido y ser más feliz.
Cada vez la sala es una caja de experiencia, ese espacio en el que orquestar diferentes estímulos para crear ese entorno que acompaña, e incluso supera, a la gastronomía.
¿Cómo generar confianza entre los comensales sin sacrificar seguridad? ¿Cómo hacerte entender con mascarilla sin volverte loco? ¿Qué hay de las normas de protocolo en la mesa si no se pueden cumplir? A continuación tres jefes de sala – Josep Roca, del triestrellado El Celler de Can Roca; Rocío Maeso, del restaurante donostiarra Narru; y Ana Martínez, del gastrobar vasco-suramericano Topa del grupo IXO – nos dan algunas claves.
Guillermo Cruz, mejor sumiller de España en 2014 y Director en el restaurante Ambivium, en el marco del webminar organizado por la Academia Iberoamericana de Gastronomía y Chef Campus Culinary Institute, reflexionó en torno a la "nueva" sala post COVID-19.