Aunque la sala siempre ha tenido importancia en los restaurantes, a partir de la pandemia se ha acentuado el papel que juega la atención, la familiaridad y el servicio a los clientes. Como es natural, sigue teniendo un rol básico la cocina, la calidad de la comida. Pero no es menos cierto que la gente quiere, cuando va a comer o a cenar, estar en un escenario agradable y recibir un trato adecuado, tener la sensación de que está entrando en un lugar para disfrutar, recuperar el tiempo perdido y ser más feliz.