Las universidades de Madrid viven una revolución gastronómica. De los bocatas al poke, los campus apuestan por menús saludables, cafés de especialidad y proyectos sostenibles que reflejan cómo come y piensa una nueva generación de estudiantes.
 La sostenibilidad debe pasar del discurso político, el postureo, intereses económicos y ser el tema de moda (desde el año 1992 que se acuñó el concepto desarrollo sostenible en la Cumbre de la Tierra de 1992 en Río de Janeiro), a tener buenas prácticas comprobables con conciencia y bienestar local.
 








