Qué se come en las universidades de Madrid

Qué se come en las universidades de Madrid
Las universidades de Madrid viven una revolución gastronómica. De los bocatas al poke, los campus apuestan por menús saludables, cafés de especialidad y proyectos sostenibles que reflejan cómo come y piensa una nueva generación de estudiantes.
Qué se come en las universidades de Madrid
Qué se come en las universidades de Madrid
Cristina Ybarra
Martes, Noviembre 4, 2025 - 10:08

Durante años, el menú universitario en Madrid fue sinónimo de bocadillos XL, café recalentado y bandejas de aluminio. Pero la escena gastronómica en los campus ha cambiado tanto como las generaciones que los habitan. Hoy, en las facultades madrileñas se habla de food trucks, de menús sostenibles, de batch cooking y hasta de cafés de origen único.

La capital universitaria española, con más de 300.000 estudiantes repartidos entre la Universidad Complutense, Autónoma, Carlos III, Politécnica, Rey Juan Carlos o Alcalá de Henares, se ha convertido en un laboratorio gastronómico donde conviven tradición, innovación y conciencia alimentaria.

Cafeterías que apuestan por el producto local y el menú saludable

En la Universidad Complutense, los míticos “menús de estudiante” de 6 euros conviven con opciones eco-friendly. En la Facultad de Ciencias de la Información, por ejemplo, los alumnos pueden elegir entre ensaladas personalizadas, poke bowls y cremas vegetales, mientras que el menú del día incluye ya opciones vegetarianas y sin gluten.

La tendencia es clara: menos fritos y más verde. “Antes se pedían hamburguesas y sándwiches mixtos; ahora nos piden cremas, lentejas con curry o arroz con verduras”, comenta Rosa, encargada del comedor de la Facultad de Derecho desde hace más de 20 años.

Universidades con sabor propio

Cada campus tiene su identidad gastronómica.

  • En la Universidad Politécnica, los estudiantes de arquitectura suelen reunirse en cafeterías donde el diseño se mezcla con el aroma del café de especialidad.
  • En la Carlos III, el menú incluye platos del mundo: desde tacos mexicanos hasta ramen y wraps de pollo tandoori, reflejo de su comunidad internacional.
  • En Alcalá de Henares, las cafeterías del centro histórico aprovechan los productos de temporada de la huerta complutense y ofrecen tapas que rivalizan con las del casco viejo madrileño.

El modelo de autoservicio está dando paso a espacios híbridos donde los estudiantes pueden estudiar, comer y socializar. El ambiente se parece más a un bistró urbano que a un comedor estudiantil.

La sostenibilidad se sienta a la mesa

La conciencia ambiental ha llegado también a las bandejas universitarias. Cada vez más facultades aplican políticas de residuos cero, reciclaje de envases y donación de excedentes alimentarios a organizaciones locales.

En la Complutense, el proyecto “Comida Circular” promueve el uso de ingredientes de proximidad y recipientes reutilizables, mientras que la Universidad Autónoma ha incorporado menús de bajo impacto climático en colaboración con la Fundación Daniel y Nina Carasso.

El nuevo lujo universitario: el café de verdad

Si hay un indicador del cambio generacional, está en las cafeteras. Los bares de facultad han sustituido el clásico café aguado por cafés de origen, baristas formados y leche vegetal. En la Facultad de Económicas o en la Autónoma, el flat white ha desplazado al cortado de máquina.

“Ya no vienen solo a tomar algo rápido; quieren quedarse, conectarse al Wi-Fi, leer o reunirse. El café se ha convertido en una experiencia social”, explica Javier, responsable de una de las cafeterías del campus de Getafe.

Cuando la gastronomía también educa

El auge de los estudios gastronómicos ha generado un efecto contagio. En facultades con programas de nutrición, tecnología de los alimentos o ciencias gastronómicas, los propios alumnos proponen menús equilibrados o colaboran en el diseño de campañas de alimentación saludable.

Algunos campus, como el de la Rey Juan Carlos en Fuenlabrada, incluso han incorporado proyectos de emprendimiento gastronómico donde los estudiantes desarrollan marcas propias de repostería o comida sostenible para eventos internos.

La universidad madrileña ya no solo forma profesionales: también educa paladares. Entre bandejas biodegradables, smoothies, platos de cuchara y menús de temporada, los campus reflejan el cambio cultural de una generación que quiere comer bien, rápido… y con conciencia.

Madrid demuestra que la gastronomía puede ser también una forma de aprendizaje, y que el futuro, incluso el académico, se cocina cada día en los fogones de sus facultades.