Del 24 al 30 de junio, una parte de Estados Unidos dejará de consumir McDonald’s como forma de protesta. El boicot, convocado por John Schwarz y su iniciativa Economic Blackout Tour, denuncia prácticas fiscales, laborales y sociales de la marca. Más allá de la protesta, la acción pone sobre la mesa una cuestión de fondo: ¿qué pasaría si dejáramos de comer comida ultraprocesada, aunque sea por siete días?