

Los IX Premios Cubí de apoyo a la gastronomía se celebraron la noche del 24 de septiembre en el palacete de los Duques de Pastrana, en Madrid. Este reconocimiento, otorgado por la Federación de Asociaciones de Cocineros y Reposteros de España (FACYRE), tiene como objetivo premiar a personalidades que han dedicado su trayectoria a la divulgación de la gastronomía española desde la formación y la salud.
El acto fue inaugurado por el consejero de Medio Ambiente, Agricultura e Interior de la Comunidad de Madrid, Carlos Novillo, quien destacó que “la cocina es el principal escaparate de Madrid”. Allí se reunieron cocineros de la talla de Paco Roncero, Cristina Oria, Pepa Muñoz o Xandra Luque, entre otros.
Nino Redruello, presidente de FACYRE, agradeció a las instituciones y empresas por su apoyo al sector gastronómico “por ser ejemplo y enseñarnos a todos que se puede tener un bonito camino en la vida siendo una gran persona”, alentando además a los compañeros de profesión a ser humildes y agradecidos, ya que, según sus palabras:
“Según la neurociencia, si sientes gratitud, el cerebro inhibe la tristeza y el enfado”.

Los galardonados de IX Premios Cubí fueron:
Premio Cuidado del producto y defensa de la calidad gastronómica: INTERPORC
“El éxito es la tranquilidad de haber hecho un buen trabajo”Premio Apoyo y difusión en la gastronomía: Roser Torras
Premio a la promoción gastronómica: Fira Barcelona – Ana Canal, directora de Alimentaria
Premio Tradición y defensa de la cocina local: Guisanderas de Asturias
Premio Apoyo y difusión de la gastronomía: Javi Antoja (Montagud)
Premio Homenaje: Darío Barrio, recogieron sus hijos
Premio Trayectoria en repostería: Paco Torreblanca
“La pastelería es el quinto arte de la arquitectura”Premio Concepto y trayectoria en cocina: Toño Pérez
Premio Concepto y trayectoria en sala: José Polo
Premio Solidario: Vicente del Bosque
“La generosidad es el camino a la felicidad”
Homenaje a Darío Barrio
El evento rindió homenaje a Darío Barrio con el Premio Homenaje, recogido por sus hijos. El cocinero, muy querido, falleció en 2014, pero su memoria permanece intacta. Se recordó su personalidad inquieta, intrépida y valiente. Apasionado de la hostelería, su labor estuvo marcada por la defensa de una cocina saludable, vanguardista y perfeccionista. Barrio fue evocado como aquel joven chef de Dassa Bassa que maduró gracias a su ambición y que sigue siendo recordado y querido por un talento tan inherente como madrileño.