
Escocia lo destila. Jerez de la Frontera lo transforma. Esta ciudad andaluza, mundialmente conocida por sus vinos generosos, se ha convertido en una de las localizaciones más deseadas por las destilerías de whisky. ¿La razón? Sus legendarias botas de Jerez, capaces de alterar para bien el alma de cualquier destilado.
Y no hablamos de teoría: Nomad Double Cask y Nomad Reserve Triple Cask, dos whiskies nacidos en Escocia y envejecidos en Jerez, han sido galardonados con medalla de oro en los World Whisky Masters 2025, uno de los certámenes más prestigiosos del sector. El sur de España vuelve a dejar su huella en una categoría que parecía reservada a los climas del norte.
Jerez: mucho más que vino
El proceso es tan meticuloso como fascinante. Ambos whiskies inician su vida en Speyside, Escocia, donde maduran en barricas ex-Bourbon. Luego cruzan fronteras para llegar a Jerez, donde el tiempo y la madera hacen su magia.
Nomad Reserve Triple Cask se somete a una triple crianza: tras su paso inicial por barricas de Bourbon, continúa en botas de Pedro Ximénez y concluye en botas que contuvieron Oloroso Viejo Matusalem de una solera de 30 años. El resultado es un whisky de gran complejidad, con matices de pasas, caramelo, roble tostado y ese inconfundible toque vínico que solo Jerez puede dar.
Por su parte, Nomad Double Cask combina una doble maduración: primero en Escocia, después en botas cuidadosamente seleccionadas que anteriormente guardaban Pedro Ximénez. Su perfil es más accesible, pero igual de envolvente: vainilla, miel, frutos secos y una textura sedosa que enamora al paladar.
Las barricas usadas en Jerez, llamadas botas, han contenido durante años vinos generosos con perfiles intensos y complejos. Cuando esas botas se reutilizan para madurar whisky, aportan profundidad, dulzor, color y textura.
No es una técnica nueva —destilerías como Macallan llevan décadas usándolas—, pero lo que sí es nuevo es trasladar físicamente el whisky a Jerez para que madure allí, como hace Nomad. Y esa es la verdadera revolución: el whisky respira Jerez.
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Lo que diferencia a Nomad no es solo el uso de estas botas, sino el hecho de que el whisky se traslada físicamente a Jerez para vivir su segunda (o tercera) vida. Allí respira su aire, absorbe su humedad, y adquiere una personalidad que escapa a cualquier etiqueta previsible.
El mejor whisky puede tener acento andaluz
Mientras otras regiones del mundo —como Taiwán, con Kavalan, merjor whisky del mundo 2025 según IWC— ganan terreno en el universo del whisky, Jerez se posiciona como un enclave clave para los productores que buscan un paso extra de calidad.
En un mercado cada vez más global, donde la innovación y la diferenciación son vitales, la maduración en botas jerezanas es ya un argumento de prestigio. Y si además el proceso ocurre en la propia tierra que las originó, el valor se multiplica.
¿El mejor whisky? Puede nacer en Escocia o en Taiwán…
Pero si pasa por Jerez, seguro que sabrá a algo inolvidable