Durante años, pedir una caña en Madrid era pedir una Mahou. No hacía falta aclarar nada: la cerveza era parte del paisaje, del acento y de la rutina madrileña. Pero algo se ha movido en el marcador. Estrella Galicia, la eterna visitante del norte, está marcando goles —lentamente, pero con precisión— en los bares, terrazas y supermercados de la capital.
Conoce la diferencia de la cerveza roja y verde
No ha sido de un día para otro. La gallega ha jugado con estrategia: autenticidad, coherencia, sabor y una comunicación que no se grita, se siente. Mientras Mahou defiende el territorio con campañas emotivas y tradición centenaria, Estrella Galicia ha sabido conectar con el público joven y cosmopolita que busca algo más que la costumbre.
“Mahou es Madrid, pero Estrella Galicia tiene algo que engancha”, confiesa un camarero de un bar de Malasaña, mientras limpia el grifo en la barra
En los últimos años, la marca gallega ha crecido de manera sostenida fuera de su feudo. Su presencia en festivales, eventos gastronómicos y barras de autor ha cambiado la percepción: ya no es la “cerveza gallega”, sino una opción con prestigio y carácter. La calidad del producto —más amarga, con cuerpo y sabor reconocible— ha conquistado a quienes prefieren una caña con personalidad frente a la neutralidad de lo clásico.
Y mientras tanto, Madrid, la tierra de Mahou, empieza a diversificar su caña- aunque Mahou ha sido nombrada la marca de cerveza más valiosa de 2025-. Cada vez más bares alternan ambos grifos, y algunos, incluso, han dado el salto completo. En el nuevo mapa cervecero madrileño, Estrella Galicia es el equipo que ha entrado en la prórroga con hambre de título.
Mahou, consciente del cambio, ha empezado a reinventarse para no perder terreno. No solo amplía su catálogo con cervezas artesanas, sin alcohol o de edición limitada, sino que incluso se ha lanzado a ofrecer su propia línea de café para atraer a la hostelería y mantener presencia más allá del tirador. Un movimiento que demuestra que la marca madrileña no se rinde, pero que también deja ver que la competencia ya no se juega solo en el bar, sino en cada momento de consumo.
“Mahou se reinventa y hasta lanza su propio café para no perder el pulso con Estrella Galicia.”
La batalla está servida, y el partido no ha terminado. Pero si algo está claro es que Madrid, sin traicionar su caña de siempre, ha encontrado una alternativa que le sabe a aire fresco.
Y en esta prórroga cervecera, Estrella Galicia está marcando de penalti… porque el sabor también juega.
