En Madrid, ciudad donde el origen importa poco y disfrutar todo, mucho, se esconden algunas de las mejores propuestas de cocina global. Así que, ¿por qué no innovar antes de que termine 2025 y comenzar el año descubriendo nuevas cocinas? Cada Nochevieja, más allá de las tradiciones —uvas y copa de champán incluidas— los rituales evolucionan y esta es la ocasión perfecta para apostar por sabores internacionales.
Restaurantes por toda la ciudad preparan menús especiales para despedir el año con amigos, en pareja o como a uno le apetezca, siempre con un objetivo: que el paladar dé las gracias antes de empezar una nueva etapa.
En una última vuelta al mundo antes de que te den las uvas, puedes elegir entre propuestas de alta cocina que van desde la china en el mítico Le Chinois, la africana del restaurante Aarde a pocos pasos de la Puerta de Alcalá o la especialidad japonesa de Kabuki. Todos ellos presentan un servicio único, exclusivo e irrepetible para entrar de lleno a 2026.
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Pasar Nochevieja en la India... sin salir de Chamberí
Para algunos, la Nochevieja más especial también puede oler a curry o saber a chutney, alejándose por una noche de la cotidianidad gastronómica española. Entre ellos destaca Benares, templo de la cocina india en España, recomendado por la Guía Michelin y con un sol Repsol. Aun a final de año, en Benares reina esa calma especiada que remueve al barrio madrileño de Chamberí.
Para Nochevieja, el equipo ha diseñado un menú de diez pases con maridaje (de pequeños productores) que hace de su propuesta un verdadero estandarte del cambio de año. Así, los comensales despedirán las últimas horas de 2025 viajando gastronómicamente al otro extremo del mundo sin salir de Madrid.
Lo curioso de este menú es que se trata de una especie de “segundo fin de año”, ya que el verdadero reinicio del calendario en la India se vive durante el Diwali, en octubre, para el que el restaurante también prepara un menú especial.
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El menú de Nochevieja: una segunda oportunidad para despedir el año
El menú, dividido en cuatro actos, juega con las temperaturas y combina producto de proximidad con ingredientes autóctonos de la India. Y, para quienes temen al picante, llega la tranquilidad: la propuesta se adapta al paladar mediterráneo con intensidades moderadas pero fieles al sabor original.
La experiencia comienza con una selección de snacks — sorprenden el pani puri y la pakora de shiso, seguidos de tartaleta de curry y un shorba de trufa — y continúa con dos entrantes ligeros: un chat pad de flores con erizo de mar y un momo de pato con consomé, donde el juego de temperaturas añade el punto de equilibrio y mantiene el apetito preparado para los principales.
El plato estrella llega con el salmonete en tres currys, marinado en chile de Cachemira que sorprende con una combinación de salsas -malay y curry de tomate- que genera un sabor completamente nuevo. Le sigue una costilla de cordero al tandoor con naan y arroz pulao, cierra el capítulo salado con solvencia.
Para despedir el año como merece, el postre se convierte en un pequeño ritual: piña de pino y piñón, una mousse de piña y piñones tostados con chocolate blanco que culmina un menú con el que las doce uvas prometen la suerte necesaria para encarar un 2026 lleno de nuevos sabores. Nuevas cocinas, nuevos viajes… y la posibilidad de seguir recorriendo el mundo desde el corazón de Madrid.
