Pan de muerto receta sencilla y alma profunda

Pan de muerto receta sencilla y alma profunda
El pan de muerto es el alma dulce del Día de Muertos en México. Su receta sencilla y aromática une generaciones y se coloca en los altares como símbolo de amor, memoria y tradición.
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Redacción Excelencias Gourmet
Lunes, Octubre 27, 2025 - 09:00

Hay aromas que despiertan recuerdos. El del pan de muerto, tibio y perfumado con azahar, es uno de ellos. Cada año, cuando octubre se despide, las panaderías mexicanas se llenan de ese olor que anuncia la llegada del Día de Muertos. Es un aroma que se mete por las calles, que se mezcla con el cempasúchil y el incienso, y que dice, sin palabras, que ya vienen nuestros muertos.

El pan de muerto no es solo un postre, es un acto de amor y de memoria. Redondo como el ciclo de la vida, con sus “huesitos” que simbolizan la muerte y una pequeña esfera al centro que representa el alma, este pan acompaña las ofrendas que las familias preparan para recibir a quienes ya no están. En México, se coloca con respeto en los altares del Día de Muertos, junto a velas, flores, calaveras de azúcar, fotografías y otros alimentos que formaron parte de la vida de los difuntos. Cada hogar tiene su manera de hacerlo, y en cada mesa se comparte con cariño, porque recordar, en México, es celebrar.

Origen y significado del pan de muerto

Su historia mezcla dos mundos. Antes de la llegada de los españoles, los pueblos mexicas y mayas ya ofrecían panes de amaranto y maíz con miel en honor a los difuntos. Con la colonización, llegaron el trigo, la mantequilla y las técnicas de panadería europea. Los frailes reinterpretaron aquellas ofrendas y así nació este pan que, con los siglos, se volvió símbolo nacional.

La forma redonda recuerda el ciclo de la vida; las tiras de masa evocan los huesos; la bolita superior representa el alma. En cada mordida hay mestizaje, fe, respeto y dulzura. Colocado en los altares, el pan de muerto representa la generosidad del anfitrión y la ofrenda compartida entre vivos y muertos.

Cómo hacer en casa Pan de Muerto

Hacer pan de muerto no es complicado, pero requiere cariño y paciencia.

 

Ingredientes

  • 500 g de harina de trigo
  • 10 g de levadura seca
  • 3 huevos
  • 100 g de mantequilla
  • 100 g de azúcar
  • ½ taza de leche tibia
  • Ralladura de naranja o 1 cucharadita de agua de azahar
  • Pizca de sal
  • Azúcar y mantequilla derretida para el acabado

Preparación

  1. Disolver la levadura en la leche tibia con una cucharadita de azúcar y dejar que espume.
  2. Mezclar harina, azúcar y sal. Añadir huevos, mantequilla y ralladura. Incorporar la levadura y amasar hasta una masa suave - también es posible sin asar como en el video-.
  3. Tapar y dejar levar 1 hora, hasta que duplique su tamaño.
  4. Separar una pequeña porción para “huesitos” y bolita. Formar el pan, decorar y dejar reposar 30 minutos.
  5. Hornear a 180 °C unos 30 minutos, hasta dorar.
  6. Al salir del horno, pincelar con mantequilla derretida y espolvorear azúcar.

El resultado es un pan esponjoso, dorado y fragante. Lo ideal es servirlo tibio con chocolate caliente o café de olla. En México, además de comerse en familia, el pan de muerto se coloca en los altares como un gesto de hospitalidad hacia las almas que regresan durante el Día de Muertos. Cada región aporta su sello: anís en Michoacán, caritas de azúcar en Oaxaca, ajonjolí en Puebla o versiones más aireadas en la capital. Hoy también hay rellenos de nata, crema de cempasúchil o chocolate. Cambia la forma, pero no el sentido: sigue siendo una ofrenda que une a vivos y muertos.