Cuando las tendencias de alimentación saludable y las prácticas sostenibles en el sector agroalimentario se han adueñado de un mundo en constante movimiento, Ecuador ya se ha posicionado como referente en la exportación de frutas exóticas de Iberoamérica. La materia prima ecuatoriana cuenta con un posición privilegiada gracias a su geografía, que confiere a los vegetales las primeras calidades, influidas por el clima y la latitud en la que se encuentra el país.
Whaka es una palabra que proviene de Nueva Zelanda, del dialecto de la tribu maorí y su significado es ¡Natural!. Esa es la esencia de la empresa brasileña de igual nombre que trajo a Madrid, a la 37 edición de Salón Gourmets el Açaí, fruta de un árbol (palma) regional de Sudamérica, que se ha extendido en la región Amazónica del Brasil.
El maracuyá, también conocido como fruta de la pasión, es una fruta tropical originaria de América del Sur, especialmente de Brasil y Paraguay. Su sabor distintivo y refrescante es una combinación de dulzura y acidez, lo que lo convierte en un ingrediente popular en la cocina y la coctelería.
Esta fruta ovalada tiene una cáscara dura y arrugada que encierra una pulpa jugosa y llena de semillas comestibles. Su color puede variar desde el amarillo pálido hasta el púrpura oscuro, dependiendo de la variedad.
La llegada de los europeos a América supuso, además de un choque cultural, un intercambio de alimentos. El nuevo Mundo ofreció al viejo Continente una gran variedad de productos hasta entonces desconocidos pero, a su vez, recibió especies inexistentes en esa zona geográfica. Lo cierto es que la transmigración de productos entre ambas regiones cambió desde entonces y para siempre las características de sus gastronomías.