La libertad culinaria redefine la gastronomía del siglo XXI. Menús sin reglas, identidad sin etiquetas y una nueva generación que cocina desde la emoción y la ética.
Es curioso cómo —cuando todo el mundo hablaba de la nouvelle cuisine, de los menús largos y estrechos y se establecía que todos los cocineros tenían que inspirarse en Francia, una vez más— Frédy Girardet, en Crissier (Suiza) escribió un libro titulado “La cocina espontánea”. Varios años después llegaría la cocina creativa y de autor, la Cocina de la Libertad, que España impulsó de la mano de Ferran Adrià en los años 90 y que es, ante todo, una cocina espontánea.
A partir de los años 90, el mundo culinario experimenta una gran revolución con la llegada de la Cocina de la Libertad. Chefs de todo el mundo empiezan a proponer, junto a su cocina tradicional y popular, una cocina creativa, una cocina de autor.
Seguramente el lector de este artículo haya escuchado alguna vez el término "Nouvelle Cuisine". Sin embargo, lo que seguramente muchos no saben es que las reglas que dicta este antiguo estilo culinario influyen, hoy en día, en la mayor parte de las cocinas del mundo.