

¿Comida cocinada con piedras al rojo vivo? Existe y solo se encuentra en Oaxaca, México. El caldo de piedra es una joya ancestral que se cuece con fuego... pero sin olla.
Así se cocina con piedras
En el corazón de Oaxaca, los Chinantecos cocinan una sopa que no se hierve en olla, sino en una jícara de madera y con piedras volcánicas ardientes.
Este plato se llama caldo de piedra, y es una tradición indígena viva que mezcla sabor, ceremonia y conexión con la naturaleza.
Se enciende una hoguera y se calientan piedras volcánicas hasta que quedan al rojo vivo. Después, se colocan dentro de un cuenco natural con pescado fresco, jitomate, chile y agua.
En segundos, el agua hierve. Las piedras actúan como fuego directo y el caldo se cocina ante los ojos del comensal. No hay fogón, no hay olla. Solo tierra, fuego y tradición.
Una experiencia que solo se vive en Oaxaca
Este ritual se conserva en San Felipe Usila, en la ribera del Papaloapan. Los hombres del río preparan el caldo como símbolo de respeto a la mujer, a la tierra y al agua.
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Aunque algunos restaurantes lo replican, la autenticidad solo se vive en su entorno natural. Probarlo allí es entrar en contacto con siglos de historia culinaria.
Más que una receta, un legado
En tiempos de cocina digital y platos deconstruidos, el caldo de piedra nos recuerda algo esencial: la cocina también es un lenguaje del alma.
“No hay fuego más poderoso que el que se enciende sobre la piedra para cocinar lo que nace del agua” — tradición Chinanteca
Un plato que no es sopa ni guiso. Es historia líquida cocinada a golpes de piedra, y solo se encuentra en México.








