

Hubo un tiempo en que el champagne solo aparecía en escena para celebrar algo. Para brindar. Para endulzar el postre. Pero eso —por fin— está cambiando. Hoy, las burbujas son para todo el año, para todos los momentos y, especialmente, para el verano. En terrazas y playas, en barras gastronómicas y restaurantes de alta cocina, cada vez son más los consumidores que lo eligen por copa y sin excusas.
Champagne en el postre y el nuevo maridaje
Paradójicamente, es justo al final de la comida cuando menos se recomienda tomar champagne. La dulzura de muchos postres puede opacar la acidez fresca y la complejidad de un buen brut. Lejos de potenciarse, chocan. El champagne, en cambio, despliega todo su carácter junto a pescados, mariscos, carnes blancas, quesos cremosos o incluso platos con un punto picante o graso.
La clave está en la versatilidad. Y pocas casas lo representan mejor que Laurent-Perrier, una de las grandes Maisons de Champagne, con una gama que brilla por su equilibrio, frescura y profundidad. Este verano, propone disfrutar de sus Cuvées por copa en espacios seleccionados de España, llevando el arte del brindis a un nivel superior.
Laurent-Perrier: dónde tomarlo y con qué
Este verano, Laurent-Perrier despliega sus cuvées más emblemáticas en una cuidada selección de espacios gastronómicos en España. Desde restaurantes con estrella hasta wine bars de autor, la Maison invita a redescubrir el champagne como compañero ideal de una comida completa. Cada copa encuentra su mejor versión cuando se armoniza con un plato pensado para ella. Aquí, seis experiencias burbujeantes para vivir el verano con estilo.
Coque, Madrid · Grand Siècle Iteración Nº26
La obra maestra de Laurent-Perrier se sirve en uno de los templos gastronómicos de la capital. Profundo, complejo y refinado, este champagne ensamblado con las añadas 2012, 2008 y 2007 es ideal para maridar con el icónico cochinillo confitado a baja temperatura del chef Mario Sandoval.
Berria Wine Bar, Madrid · Ultra Brut
Este Brut Nature sin azúcares añadidos conquista a los paladares más puristas. Su frescura y nitidez lo convierten en el aliado perfecto para el tartar de atún rojo con yuzu de esta vinoteca de culto frente al Retiro.
Casa Salesas, Madrid · La Cuvée y Cuvée Rosé
Un espacio vibrante y cosmopolita que ofrece dos facetas de Laurent-Perrier: el equilibrio refinado de La Cuvée y la fruta elegante del Cuvée Rosé. Ambas armonizan con la cocina de la casa, como el pulpo a la brasa con parmentier trufado o el tataki de presa ibérica.
Casa Tomás, Alicante · Gama completa
Un festín de opciones junto al Mediterráneo. Aquí se puede recorrer toda la gama Laurent-Perrier, desde el Ultra Brut hasta el Grand Siècle. La elección ideal para acompañar un plato de arroz meloso de bogavante, donde la burbuja se convierte en hilo conductor del sabor.
Lobster, Mallorca · La Cuvée
En pleno paseo marítimo, este restaurante especializado en marisco fresco marida La Cuvée con su estrella de la casa: la langosta al grill con mantequilla de hierbas, un dúo que exhala verano por cada burbuja.
Cappuccino, España · La Cuvée
La cadena de cafés boutique con espíritu mediterráneo incorpora La Cuvée como propuesta única para el aperitivo o la sobremesa. Prueba su frescura junto a una ensalada de burrata con tomate confitado y albahaca en cualquiera de sus sedes, de Palma a Marbella.
Champagne: de ritual a libertad líquida
El champagne ha dejado de ser una bebida sujeta al protocolo. Ya no espera escondido en el fondo de la bodega a que alguien se case, cumpla años o gane un premio. Hoy, se integra en la experiencia gastronómica con la misma naturalidad que un vino blanco o rosado. Esta evolución se ha acelerado con una nueva generación de consumidores más espontáneos, curiosos y libres de etiquetas.
Los datos lo respaldan: según el Comité Champagne, las exportaciones de champagne crecieron un 8% en 2024, con un notable aumento del consumo por copa en restaurantes y bares, especialmente durante los meses de verano. El auge del brut nature, del rosé y de los champagnes de ensamblaje ha diversificado la oferta y democratizado su disfrute.
Además, el champagne se adapta como pocos a las condiciones estivales: es refrescante, elegante, armoniza con productos de temporada y convierte cualquier encuentro en algo memorable. En un mundo donde cada vez se valora más lo auténtico, lo bien hecho y lo que nos hace sentir, las burbujas de champagne vuelven a ser símbolo… pero esta vez, de libertad.
Y esa —precisamente— es la razón por la que el champagne es una de las mejores elecciones para el verano.