
Oscuro, elegante y con una energía que no duerme. Como el vestido negro perfecto y unos labios color vino, el Espresso Martini ha regresado para reclamar su lugar como el accesorio imprescindible de la noche. No es solo un cóctel: es una declaración estética. La nueva generación lo ha adoptado como un ritual de sofisticación y ritmo; una mezcla que combina la cafeína del deseo con la calma del glamour.
¿Y tú? Para salir de fiesta: ¿eres más de espresso o cold brew?
El cóctel que define una generación: el “it-cocktail” de la temporada
Si en los años 80 fue el cóctel de los after office neoyorquinos, hoy el Espresso Martini es el símbolo de la feminidad moderna: independiente, sofisticada y algo rebelde.
En los últimos meses, figuras como Sabrina Carpenter, Kendall Jenner o Hailey Bieber lo han convertido en el cóctel más visto en redes sociales y fiestas exclusivas.
El Espresso Martini se ha convertido en una metáfora de la mujer urbana: dulce, fuerte, clásica, elegante y audaz.
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Noches de cafeína y Cointreau: una copa para el savoir faire
La receta es simple y magnética: vodka, un shot de espresso y licor de café. Pero el secreto está en el equilibrio con la espuma aterciopelada que sostiene tres granos de café.
En las nuevas versiones, Cointreau —el icónico licor francés de naranja— aporta una capa cítrica y luminosa que suaviza la intensidad del café y da una dimensión más femenina y sofisticada al conjunto de copa afilada, brillo de espuma y fondo de neón
Más que una bebida, es una actitud. Una forma de mirar el mundo con los ojos abiertos y una copa en la mano. El espresso martini es eso: tan oscuro, magnético e inolvidable como una noche a punto de ser perfecta.








