El chef Jordi Cruz lo ha vuelto a hacer: un vídeo sencillo, un truco casero… y miles de personas preguntándose cómo no lo sabíamos antes. En una de sus publicaciones más recientes en redes sociales, el cocinero catalán explica un método infalible para acelerar la maduración de frutas utilizando algo tan cotidiano como una manzana.
La clave está en el etileno, un gas natural que liberan algunas frutas —entre ellas las manzanas— y que actúa como una especie de “acelerador biológico”. Cuando ese etileno entra en contacto con frutas todavía verdes, desencadena el proceso de maduración mucho más rápido de lo habitual.
Tomates verdes que maduran sin esfuerzo
En su demostración, Jordi Cruz utiliza tomates verdes. Según muestra, basta con colocar una manzana junto a los tomates para que estos empiecen a madurar a toda velocidad gracias al etileno que la manzana desprende de forma natural.
Pero el chef añade un extra tip para que el truco sea todavía más efectivo: guardar las frutas dentro de una bolsa de papel.
¿Por qué madura la fruta en bolsa de papel ?
La bolsa de papel no «hace magia»: simplemente concentra el etileno, evitando que se disperse. De esta manera, el gas envuelve las frutas y acelera aún más su maduración.
Es un método perfecto para:
- Tomates verdes
- Aguacates duros
- Plátanos muy verdes
- Melocotones o nectarinas sin aroma
- Kiwis recién comprados y aún firmes
Y aquí llega la parte importante del truco, nunca debemos usar una bolsa de plástico, porque atrapa humedad, asfixia la fruta y acelera el deterioro… pero no la maduración. El papel, en cambio, deja respirar y concentra el etileno justo donde lo necesitamos.
Un truco barato, natural y sin desperdicio
En un mundo en el que buscamos soluciones rápidas (y a ser posible sin gastar dinero), este truco del chef es oro puro: no requiere más que una fruta que casi todos tenemos en casa y una simple bolsa de papel.
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Además, ayuda a evitar el desperdicio alimentario: si compras frutas verdes y necesitas que estén listas para una receta, solo tienes que recurrir al método de Jordi Cruz y esperar unas horas.
No es la primera vez que el cocinero convierte un gesto cotidiano en conocimiento útil, pero este truco se ha viralizado por su simplicidad, su base científica y porque funciona de verdad. Miles de usuarios ya están probando el “truco de la manzana” y compartiendo sus propios resultados en redes.
