
Hay cócteles que nacen para impresionar, refrescar, pero, ¿para hablar? probablemente sea el cóctel Blah Blah Blah, el “único de su especie”. Parece haber nacido con micrófono en mano y ganas de protagonismo…toda una na declaración de intenciones. La pregunta se impone: Eres de los que alzan la copa para brindar o para abrir un buen debate? Para los segundos, la copa está servida y…
Que empiece la conversación
El Blah Blah Blah es bastante joven, fue creado en 2021 durante la COP26, como respuesta irónica a las promesas sobre el cambio climático. Aunque hoy ha trascendido a la barra con el simple significado de iniciar una charla con intención, frescura y estilo.
¿Y qué lleva? Solo tres ingredientes, pero de mucha personalidad:
- Brandy (o coñac), ese destilado elegante y profundo que aporta carácter.
- Licor Bénédictine, con su mezcla secreta de hierbas que añade un toque especiado y misterioso.
- Zarzamoras frescas, las verdaderas estrellas, con su color intenso, acidez juguetona y dulzor equilibrado.
La preparación, aunque sencilla, guarda sus propios secretos: la fruta, porque no sirve cualquier zarzamora. La clave es que esté en su punto perfecto: firmes, oscuras…Es como en una buena conversación: si el argumento es débil, no hay quien lo salve.
Ahora sí pueden ponerse manos a la obra. Lo primero será moler tres zarzamoras en un vaso mezclador (usa un mortero, no te hagas el perezoso). Luego, añade 45 ml de brandy, 20 ml de Bénédictine, dos pizcas de Angostura, y por supuesto, hielo. Mezcla y cuela.
Sin dudas, es ideal para sobremesas y, si es con confesiones, mejor