
En la reciente gala de The World’s 50 Best Restaurants 2025, celebrada en Turín, el prestigioso premio al Mejor Sumiller del Mundo ha recaído en Mohamed Benabdallah, Moha, como le conocen los amigos, responsable de la bodega del icónico Asador Etxebarri, ubicado en el pequeño pueblo de Axpe, Vizcaya.
Con este reconocimiento, Moha se convierte en el primer profesional del vino en España en recibir este galardón, posicionando la sumillería nacional en lo más alto del panorama gastronómico global.
Una figura clave en la experiencia de Etxebarri
En un restaurante donde el fuego es el alma y la materia prima la gran protagonista, el papel del sumiller adquiere una dimensión fundamental. Moha ha logrado construir una carta de vinos coherente, sensible y profundamente conectada con la filosofía de Etxebarri, el restaurante dirigido por Víctor Arguinzoniz, actualmente número 2 del mundo en la lista de The World’s 50 Best.
Su propuesta vinícola abarca desde los grandes clásicos de Europa hasta pequeños productores locales con una fuerte apuesta por vinos naturales, biodinámicos y de mínima intervención, siempre buscando el maridaje perfecto con la cocina a la brasa.
La sensibilidad como herramienta de trabajo
Más que una carta de vinos extensa, Moha ofrece una narrativa líquida, una selección que cuenta historias de territorios, de cultivos sostenibles y de armonía con el entorno. Su estilo se caracteriza por un trato cercano y una profunda sensibilidad hacia el comensal:
“Un sumiller no solo sugiere un vino. Escucha, acompaña y traduce la emoción de cada plato en una copa”
Un modelo de sumillería contemporánea
El galardón lo reconoce como un referente de una nueva generación de sumilleres, más integrados en la cocina, con una mirada global pero un profundo respeto por lo local. Su trabajo en Etxebarri ha sido determinante para que la experiencia gastronómica del restaurante sea hoy considerada una de las más memorables del mundo.
El vino, eje de la experiencia gastronómica
La victoria de Mohamed Benabdallah en esta edición de The World’s 50 Best es también un mensaje sobre la importancia del vino en la alta cocina. Una copa bien elegida puede elevar un plato, contar una historia, crear memoria. Y ese es precisamente el arte que Benabdallah domina.
Porque el vino no solo se bebe, se vive. Y él lo demuestra cada día desde un rincón de Vizcaya que hoy está en boca de todo el mundo.