
La siesta corta, conocida como power nap, es uno de los secretos mejor guardados para recuperar energía a mitad del día. Bastan entre 20 y 30 minutos de descanso para mejorar la concentración y el estado de ánimo. Pero existe una versión aún más eficiente: la caffeine nap, una técnica que combina el descanso breve con una taza de café justo antes de dormir.
La idea es sencilla: la cafeína tarda entre 20 y 30 minutos en hacer efecto. Si se toma una taza de café justo antes de la siesta, el cuerpo se despierta de forma natural cuando la sustancia comienza a actuar, lo que genera una sensación de energía renovada al abrir los ojos.
Las dos claves de la caffeine nap
Duración: no debe superar los 30 minutos.
Horario: lo ideal es practicarla antes de las 16:00 o 17:00 h, para no alterar el sueño nocturno.
Beneficios y precauciones
Los efectos más destacados de esta práctica son una mayor concentración, alerta mental y una sensación de energía sostenida. Sin embargo, no es recomendable para todo el mundo: en algunas personas puede aumentar los niveles de cortisol (la hormona del estrés) y generar nerviosismo o insomnio.
Por eso, los expertos recomiendan la caffeine nap únicamente a quienes ya están habituados al consumo de café, y no a personas con ansiedad, hipertensión o enfermedades cardiovasculares.
En general, la siesta óptima sigue siendo la de 20 a 30 minutos. La caffeine nap es una versión especialmente útil para estudiantes, profesionales creativos o cualquier persona que necesite un impulso extra de concentración durante la tarde.
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