
Que el fútbol mueve pasiones no es ninguna novedad. Que esas pasiones acaban a veces decantadas en forma de vino, tampoco lo es tanto, pero cada vez más habitual. Son muchos los futbolistas que han apostado por la gastronomía como inversión, y dentro de ella, el vino ocupa un lugar privilegiado. Ya no hablamos solo de deportistas que disfrutan de una copa tras el partido o en vacaciones, sino de nombres que han decidido dejar huella también en el mundo enológico. Algunos han creado sus propias bodegas, otros han participado como socios o imagen de marca, y unos cuantos han ido más allá, implicándose en el proyecto desde el viñedo hasta la botella.
En este recorrido, encontramos historias de amor por la tierra, de vínculos familiares, de regreso al origen o de proyección internacional. El vino es, en definitiva, una forma de contar quiénes son fuera del campo. Y aunque hay casos especialmente mediáticos como el de Iniesta o Messi, la lista va mucho más allá. Aquí repasamos al menos diez ejemplos reales de futbolistas que han invertido en vino, sin olvidar a otros como David Beckham, quien, aunque no tiene bodega propia (al menos por ahora), visita con frecuencia regiones como la Ribera del Duero y es un gran amante de los grandes vinos del mundo.
Andrés Iniesta – Bodega Iniesta (Fuentealbilla, España)
Andrés Iniesta apostó por la tierra y la herencia familiar al fundar Bodega Iniesta en 2010 en Fuentealbilla, región de La Mancha. Actualmente cuenta con más de 300 hectáreas bajo D.O. Manchuela, y elabora tintos, blancos y rosados con variedades como tempranillo, bobal o macabeo, bajo etiquetas como Corazón Loco o Finca El Carril.
El proyecto, con fuerte carga emocional, ha sido complejo: las pérdidas acumuladas elevadas aunque sigue vivo vendimia tras vendimia.

David Silva – Bodega Tamerán (Gran Canaria, España)
David Silva lleva el vino a las alturas de Canarias. Su Bodega Tamerán está situada a más de 700 metros de altitud en Gran Canaria, sobre suelo volcánico. Con la asesoría del enólogo Jonatan García, produce seis vinos blancos monovarietales con variedades autóctonas como vijariego y baboso, además de un clarete. Su vinificación es fiel al terroir, y sus botellas han triunfado fuera del archipiélago, llegando a Estados Unidos, Reino Unido o Alemania.
Lionel Messi – Colección GOAT 10 (Italia/Suiza)
Lionel Messi se sumergió en el vino con la línea "GOAT 10", en colaboración con MM Winemaker, producida en Apulia (Italia). Son dos etiquetas muy cuidadas: Syrah y Primitivo, con diseño premium y precio aproximado de 60 €. No tiene bodega propia—no al menos aún—pero ha entrado con su marca personal al segmento de coleccionistas y fans gourmet.
Lautaro Martínez – Bodega Cittanina (Mendoza, Argentina)
Lautaro Martínez, campeón del mundo con Argentina y figura del Inter de Milán, encontró el vino como otra forma de brillar. Junto a su esposa Agustina Gandolfo, lanzó Cittanina, desde Mendoza. El proyecto incluye dos Malbecs: “Courage” y “Passion”, con estética cuidada y apuesta clara por un producto contemporáneo y auténtico, tanto para el mercado argentino como internacional.
Edinson Cavani – Cavani Wines (Uruguay)
El delantero uruguayo Edinson Cavani lanzó Cavani Wines, un proyecto vitivinícola que rinde homenaje a su origen y a la naturaleza. Trabajando con bodegas como Finca Giacobbe y Carrau, presentó tres etiquetas: un Merlot, un Blend (Tannat/Cabernet) y un Tannat varietal. Cada botella refleja su conexión con Uruguay y su historia personal. La producción es limitada y aspiracional.
– Pratum Coller (Italia)
El maestro Pirlo transformó su pasión por el vino en su propia bodega: Pratum Coller, en Lombardía. Con Merlot como variedad estrella y manejo boutique, sus caldos transmiten su estilo: técnica, equilibrio y elegancia.

Marek Hamšík – Hamšík Winery (Italia/Eslovaquia)
El excapitán eslovaco Marek Hamšík produjo vinos en el Véneto, incluyendo un Prosecco en formato Magnum. Su línea busca frescura, juventud y una relación directa con su público, canalizando su imagen internacional.
Johan Micoud – Château La Connivence (Francia)
Johan Micoud es dueño del Château La Connivence en Pomerol (Burdeos). Sus vinos son de producción limitada, de alta calidad, pensados para enófilos exigentes, sin el brillo de las estrellas del fútbol ni del marketing deportivo.
Andrea Barzagli – Le Casematte (Sicilia, Italia)
Andrea Barzagli tiene su bodega Le Casematte, en Messina, donde produce vinos como el Peloro Rosso, mezcla de Nerello Mascalese y Nocera, con notas de frutos rojos, regaliz y especias. Su ubicación y elección reflejan belleza mediterránea y autenticidad varietal.
Y no olvidemos a los que se asociaron en equipo…
Hay quien prefirió sumar fuerzas en lugar de crear desde cero: Manolo Sanchís, Emilio Butragueño, Míchel y Luis Figo son socios en Bodega Casalobos, en Ciudad Real. Proyecto surgido entre amigos del “Quinta del Buitre”, con enfoque ecológico y tintos elegantes. También figuras como Gianluigi Buffon, Ronaldinho o Roberto Carlos han dejado su imagen o colaborado en etiquetas internacionales, aportando estilo y presencia.
En este grupo de colaboraciones estratégicas también aparece el Kun Agüero, que, aunque no es propietario de una bodega, ha estrechado vínculos con el mundo del vino desde su empresa Krü Esports. A través de una alianza con la histórica Bodega Trapiche, una de las más reconocidas de Argentina, el Kun ha sido parte de una iniciativa que llevó a Trapiche a convertirse en la bodega oficial del Inter Miami CF. Una conexión que une vino, deporte y marketing internacional desde otro ángulo, pero con la misma intensidad.
Brindan por negocio, por pasión o por legado. Cada uno ha llevado el fútbol a otra copa, seduciéndonos con historias embotelladas de aroma, textura y territorio.